Moyà, primer español que llegaba a la final de este torneo desde
que Sergi Bruguera fue batido por el austríaco Thomas Muster en
1997, apenas pudo hacer frente al vendaval que representó el
jugador de Las Vegas, quien con esta victoria supera los cinco
títulos que su mujer, la alemana Steffi Graf, ganó en Miami.
Steffi, su madre y el hijo de Agassi, Jaden Jil, contemplaron desde
la grada la formidable actuación del jugador de 32 años, quien a
pesar de este título no podrá alcanzar en el puesto de número uno
al australiano Lleyton Hewitt.
Agassi basó su juego en un fenomenal porcentaje de primeros
servicios (69 por ciento) y un elevadísimo acierto a la hora de
seleccionar sus tiros desde el fondo de la pista. Sus 28 golpes
ganadores, justo el doble de los que consiguió Moyà, fueron
decisivos a la hora de definir el partido. El americano abrió y
cerró el primer set con saques directos (logró 7 en total) y le
bastó con romper el servicio del mallorquín en el cuarto juego para
dominar este parcial en 41 minutos.
Pese al viento lateral que azotaba la pista central de complejo
de Crandon Park, Agassi solamente cometió 13 errores no forzados
(20 de Moyà) y mantuvo su servicio siempre inabordable. En ese
aspecto el mallorquín apenas pudo inquietarle tres veces, la última
en el octavo juego del segundo set, cuando el tenista isleño
dispuso de dos para nivelar 4-4, pero perdió ambas, y ahí se
escaparon las ilusiones del español de conseguir su segundo Masters
Series en pista dura (fue campeón el pasado año en
Cinccinatti).
«Agassi ha sido demasiado duro, demasiado bueno hoy» fue el
comentario unánime de los organizadores durante la entrega de
trofeos. El estadounidense ganó su título número 57, y el tercero
esta temporada (Abierto de Australia y San José).
Carlos Moyà regresa a España con la satisfacción del tenis
exhibido durante las últimas semanas, aunque deberá cambiar el
chip, ya que el próximo fin de semana formará parte del equipo
español de Copa David que se enfrentará en Valencia a Croacia en
una eliminatoria perteneciente a los cuartos de final. Moyà deberá
también que modificar su juego ya que regresa a la tierra batida,
superficie en la que ha logrado su mejor resultado al proclamarse
campeón de Roland Garros. El mallorquín confía en repetir esos
éxitos.
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