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Samuel Etoo lamentaba todavía ayer el no haber resuelto con éxito la última acción del partido disputado ante el Racing cuando tuvo el 4-3 en sus botas, pero no supo definir con éxito en el mano a mano con el guardameta Lemmens. La asistencia fue magistral y el delantero estuvo listo a la hora de empezar a correr y no caer en fuera de juego. Lo tenía todo a favor pero errar es de humanos y una milésima de segundo es determinante a la hora de resolver este tipo de acciones. Lo que desde la grada se ve muy fácil, sobre el campo cambia, la portería se hace pequeña y el portero se convierte en un gigante. Etoo sabe resolver esos mano a mano, pero el domingo, eso sí, después de haber marcado dos goles, no acertó en el momento clave. «No puedo decir que estoy contento del todo», dijo ayer Etoo. «Los tres puntos se pudieron quedar en casa y por culpa de ése error al final sólo sumamos uno», comentó Samuel.

Etoo asegura que el mérito del empate no suyo, sino de «todo el equipo». «Si sacamos algo positivo fue gracias al trabajo y a la labor de todo el equipo, principalmente en el segundo tiempo. En el primero salimos un poco dormidos y no llegamos a despertarnos del todo. Por fortuna -prosiguió Samuel- en el segundo tiempo enseñamos en más de una ocasión la verdadera cara de este equipo», declaró. El empate, al final, se dio por bueno tal y como se había puesto el partido, aunque el punto logrado no certifica la permamencia en Primera que es, inicialmente, el principal objetivo que persigue el Mallorca. «La salvación está más cerca -reflexionó Etoo- y cuando antes consigamos los puntos necesarios para asegurarnos la categoría, mejor. Luego tendremos licencia para seguir soñando», apuntó el delantero. Samuel hizo suyas también las palabras pronunciadas por su entrenador cuando se refirió a la necesidad de llegar motivados al término de temporada y no dejarse llevar por la inercia hasta la final de Copa.

¿Qué pudo suceder en la última jugada?, Etoo lo tiene claro después de pensar mucho y ver la jugada repetida. «Sinceramente -dijo- pensé mucho en ése instante, pensé en hacerlo bonito», comentó el delantero. Samuel no quiso ni echar la culpa al césped, ni al viento, ni a ninguna circunstancia extra que pudiera servir de excusa. «Fallé yo», aseguró. «Debí intentar meter la pelota por encima del portero justo en el momento en que estaba él adelantado y había opciones para hacerlo. Una vez en frío pienso que la vaselina era la mejor opción», subrayó el delantero del Real Mallorca. El jugador marcó dos goles que, junto al de Albert Riera, fueron determinantes para poder empatar el partido y no permitir al rival que se fuera con un saco de puntos de Son Moix.