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Carlos Martínez
Fin de semana sin fútbol oficial. Entre estupor y múltiples partidos amistosos, la jornada más caótica de la historia del fúbol balear ha discurrido entre la incertidumbre de los clubes, el plantón de los árbitros, el desconocimiento de los jugadores más pequeños y la indignación de muchísimos padres y entrenadores.

La confusión reinaba en todos los campos, los futbolistas más pequeños no paraban de preguntar por qué no podían jugar y los equipos intentaban organizarse de manera precipitada para salvar el domingo y no perder el ritmo de competición.

Sin partidos oficiales, la mayoría de los conjuntos optaron por evitar el parón y se disputaron muchísimos encuentros amistosos, sobre todo entre equipos de distintas categorías cadetes e infantiles así como algunos duelos entre la élite juvenil y algún conjunto de Tercera. Entre los choques más destacados sobresalen el enfrentamiento entre el Atlètic Balears de Nico López y el Cide juvenil o el Vilafranca de Tercera que se enfrentó al San Francisco de Autonómica. Y aunque sin carácter oficial, casi todos los equipos jugaron, lo que demuestra que nadie quería parar.

El parón, además, coincidía con jornadas muy importantes en distintas categorías base como es el caso de los juveniles Liga Nacional Autonómica que disputaban su último partido y debían dirimir además de los descensos donde estaban implicados varios equipos (Patronato, Penya Arrabal, Playas, San Cayetano, Arenal), el título de Liga (entre Mallorca y Cide A) y también una plaza para disputar la fase de ascenso a División de Honor, donde ya clasificado el Cide, se estaba pendiente de saber si sería el San Francisco de Pep Sansó o el Ferriolense el segundo en discordia. Por ejemplo en esta competición, la fase de ascenso a División de Honor debía iniciarse el próximo fin de semana con lo que se altera notablemente el devenir de los acontecimientos y todo queda en el aire.

En medio de este despropósito, en medio de la suspensión de estas jornadas decisivas, las tertulias de los bares de los diferentes campos se preguntan cuál será ahora la medida a adoptar. ¿Cuándo se jugará esta jornada? algunos dicen que entre semana, otros que la semana que viene alterando por completo un calendario ya planificado e incluso hay quien llega más lejos y afirma que se podría pasar esta jornada a la última. En cualquier caso, opiniones varias pero malestar general y sentimiento sobre todo de impotencia entre los jugadores que lo que querían era jugar, por encima de todo.

Con el tema Borrás del Barrio todavía candente, a la espera sólo de recibirse la notificación oficial de su inhabilitación (posiblemente hoy) y con muchísima cautela entre los aún miembros federativos, el entorno directivo no habla, se mantiene a la expectativa y espera que el fútbol vuelva a sus cauces normales a lo largo de esta semana. Ha sido un sábado y domingo de silencio entre los miembros federativos, refugiándose en la ficticia presión de los clubes para la huelga.

Cerrado ya este oscuro domingo, sólo cabe esperar que la semana que viene los chavales puedan disfrutar con su deporte favorito, se renueve la actividad en todos los estadios desde Tercera hasta fútbol 7 y que las discusiones de despacho se resuelvan allí sin necesidad de detener ninguna competición, máxime cuando además de los más pequeños los realmente perjudicados han sido los clubes. Muchos de ellos, como el Santa Ponça o el Alaior han perdido dinero por billetes de avión que no se han utilizado. Una pena.