Fernando Fernández03/05/03 0:00
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El Drac Inca afronta la primera de las dos oportunidades de las que dispondría, en el peor de los casos, para sentenciar su permanencia en la LEB. El triunfo del viernes (62-88) ha inclinado la balanza a favor de los de Xavi Sastre, que dominan la serie por dos a uno y ponen contra las cuerdas a un Ulla Oil herido de muerte. La cuarta confrontación entre mallorquines y gallegos puede poner punto y final esta noche (21 horas) a un playoff dramático tras su primer tramo y que pudo haber sido más complicado para los gualdinegros si la Federación Española hubiera adoptado una postura de extrema dureza hacia Rocky Walls. La provocación de Koke Rama fue respondida agresivamente por el estadounidense, pero finalmente todas las alarmas se han apagado al ser castigado Walls con una sanción económica de mil euros. El fantasma de una posible ausencia planeó durante horas en el seno de la expedición inquense, pero finalmente, el jugador podrá estar sobre la pista.

La ausencia de problemas físicos es la nota predominante en un equipo plenamente concienciado de que un quinto partido podría resultar letal, al estar en juego a lo largo de cuarenta minutos todo un proyecto social y deportivo. La intensidad defensiva exhibida por el Drac Inca fue una de las claves que permitió obtener ventaja en la serie, aunque esta derrota ante un Fontes do Sar lleno ha calado hondo en el vestuario del Ulla Oil.

José Manuel Castro cuenta con todo su arsenal para salvar la temporada y evitar la caída libre hacia un precipicio que no ofrece salidas fáciles. La presión ambiental generada a su favor le pasó factura al Ulla Oil, que intentará dejar un buen sabbor de boca ante una afición decepcionada. La historia puede hacer que esta noche se consume un cambio de papeles en un principio inesperado. Drac Inca podría ganar su primer playoff desde su llegada a la categoría de plata, mientras que Ulla Oil padecería en consecuencia su primera derrota en una serie.

Xavi Sastre intenta mantener el nivel de concentración de la plantilla, cuya capacidad y amplitud de recursos quedó demostrada después de no poder contar con Rocky Walls durante toda la segunda mitad. Defender durante los cuarenta minutos y evitar caer en las provocaciones y en el nerviosismo serán dos consignas que los mallorquines deberán aplicar en una cita a cara o cruz.