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El entrenador del Real Madrid, Javier Imbroda, lamentó formar parte del fracaso histórico que para la plantilla blanca supone quedar apartada de las eliminatorias por el título de la Liga ACB, calificó el revés sufrido en Lleida como «una derrota excesivamente dura» y rechazó dimitir.

«No voy a dimitir. Las decisiones no deben de tomarse en caliente, se tienen que tomar en frío», señaló el técnico melillense del Real Madrid tras perder ante el Caprabo Lleida por 85-69 en la última jornada de la primera fase de la Liga ACB.

«La exigencia historia del Real Madrid no permite una temporada como esta, como la que hemos hecho y que para nada se corresponde con la historia», agregó el entrenador.

Imbroda, que argumentó como parte del fracaso la precipitación con la que la plantilla de baloncesto madridista afrontó la temporada 2002-2003, lamentó no haber sido capaz de enderezar el rumbo del equipo.

«No es muy agradable verte fuera de las eliminatorias por el título y que tú hayas formado parte de eso, pero como deportista intentas aceptar la derrota. Ha sido una derrota excesivamente dura. Podríamos poner muchas excusas pero ahora no vienen al caso. Debemos tener unos días de descanso para reflexionar sobre lo que ha sucedido», reconoció el técnico melillense.

«Como entrenador no he sabido levantar a mi equipo», asumió Imbroda. «Ahora, el Real Madrid debe hacer un examen de conciencia. No sólo por esta temporada sino por el mucho tiempo que llevamos mal. Ese examen de conciencia es el que hay que sentir y el que hay que tener», añadió.

«Hoy no es un día para muchas palabras. Ha sido una temporada para aprender y si no aprendemos no vamos a ganar», continuó el técnico del Real Madrid. «Este equipo tiene que tratar de renovar ilusiones y no lo ha hecho, no ha podido o no ha sabido hacerlo: la afición no está acostumbrada a ver a un Real Madrid así. Yo tampoco. Es una temporada para sacar un montón de conclusiones y de mirar de solucionarlas desde el principio», lamentó.