El capitán vuelve a sentir la sensación del esférico y sale al paso
ante las informaciones que hablan de la quiebra técnica del fútbol
español. Olaizola exhibe una total confianza en Mateu Alemany y los
regentes del Real Mallorca y espera tener un hueco en la gran cita
del 28-J. Al margen de cuestiones económicas, Javier Olaizola fue
uno de los grandes protagonistas del entrenamiento de ayer al
unirse a los juegos con balón que realizaron sus compañeros.
Después de casi medio año en el dique seco, el defensor vasco ve la
luz y consideraría «un premio poder jugar algún minuto en lo que
queda de temporada».
Uno de los iconos del vestuario lanza un mensaje tranquilidad
ante las problemas económicos que arrastran los clubes, y que no
afectan al rendimiento de la plantilla. «Lo del impago lo sabemos,
pero tengo la tranquilidad de saber que en este club voy a cobrar.
Hay que saber dónde estamos y mientras que estos dirigentes sigan
aquí, sé seguro que cumplirán y lo harían ahora mismo porque les
conozco, pero las circunstancias se lo impiden», comentó el
donostiarra.
En el corazón de Son Bibiloni, el vestuario del primer equipo,
los más veteranos se han encargado de hacer saber esta idea a los
recién llegados, aunque Olaizola recalcó que allí «no se habla de
dinero. Llevo ocho años en el Mallorca y siempre han cumplido, no
hay motivo para intranquilizarse», añadió. Su punto de vista sobre
el endeudamiento de los clubes es sencillo y contundente, pues para
Olaizola, «Esto tenía que reventar. Todos los salarios se hinchan y
los clubes viven por encima de sus posibilidades. Por ello, se debe
buscar una solución inmediata».
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