Amador Pons24/05/03 0:00
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Con el rostro apesadumbrado, Rafael Nadal acudía ayer por la mañana a la Policlínica Miramar para someterse a una resonancia magnética que confirmó su fisura en el codo derecho. El tenista mallorquín deberá estar hasta el 2 de junio con el brazo enyesado y tratará de recuperarse para estar a punto en Nottingham. «Estaba entrenando -relata Nadal- la tarde del jueves y me caí. Al principio no le di demasiada importancia, pero en cuanto pasaron unos minutos vi que no podía mover el brazo con normalidad y que cuando lo movía para dentro me dolía mucho. Decidí ir al médico para que me hiciera unas radiografías y me encontraron una fisura. Ahora me duele menos y espero llegar a tiempo para Wimbledon».

Rafael Nadal explicó que desde el principio «me di cuenta que peligraba Roland Garros», pero a pesar de su juventud se muestra tranquilo. «Hay que ser fuerte y mirar hacia adelante. Era un torneo que me hacía ilusión porque es muy importante, pero tengo que aceptarlo con normalidad. Ya vendrán otros torneos y si todo sale bien podré jugar en París el próximo año». Con Roland Garros termina la temporada de tierra batida y Rafael Nadal ya piensa en la hierba. Probablemente pueda estar recuperado para Nottingham, pero al deportista balear le preocupa especialmente Wimbledon. «Si me perdiera Wimbledon me sabría bastante mal. Es un torneo en hierba y yo casi nunca juego en hierba, pero sólo tengo 16 años y no merece la pena forzar más de la cuenta».

Hasta el lunes 2 de junio Rafael Nadal tendrá que estar con el brazo enyesado, pero no quiere perder la forma. «Intentaré recuperarme lo antes posible. Físico voy a seguir haciendo y podré hacer algo de tenis porque como la fisura es en el brazo derecho podré jugar un poco con la izquierda para no perder. A ver si puedo ir a Wimbledon». Rafael Nadal ha protagonizado una progresión espectacular y a pesar de que prácticamente seguro hubiese entrado en el cuadro final, los organizadores de Roland Garros le dieron una invitación para que pudiera evitar la previa. Nadal ya demostró en Montecarlo (Costa) y Hamburgo (Moyà) que puede ganar a cualquier jugador, pero la catedral de la tierra batida tendrá que esperar.