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El paso de Àngel Luis Pérez Pérez por el Real Mallorca está resultado, hasta la fecha, inédito. El defensa llegó el mes de diciembre justo cuando dos hombres como David Cortés y Javier Olaizola habían caído lesionados. El club buscó por el mercado, se fijó en Àngel López, el lateral de Las Palmas, pero los deseos no se correspondían con la tesorería y aterrizó en la Isla el lateral del Oviedo, que vino en calidad de cedido y no costó apenas nada. Había dos alternativas más, la de Félix Ettien del Levante y la de Gustavo Cañizares, del Xerez, pero ninguna de ellas fructificó. Al final recaló en Son Moix, Àngel Luis Pérez. Un 16 de diciembre se hizo público su fichaje, dos días después fue presentado pero no jugó ante el Barcelona y sí lo hizo en el primer partido del año 2003 cuando el equipo balear se desplazó a Cádiz para enfrentarse al Sevilla de Joaquín Caparrós. El partido acabó con un marcador adverso de tres goles a cero y fue uno de los encuentros más desastrosos que ha disputado esta temporada el equipo balear. El choque se jugó por la mañana y, como dijo ayer Manzano, el equipo sufrió una «pájara», de las «dos o tres de esta temporada». Inevitablemente el debú de un hombre en el primer equipo, llegado de la península, fue seguido con lupa y éste no pudo ser peor. Ni él, ni ninguno de sus compañeros brilló, pero en ése encuentro las miradas estaban, por suerte o por desgracia, depositadas en él. ¿Le marcó el partido de Cádiz?, Àngel no duda en responder. «No me marcó el encuentro que jugamos en Sevilla. Estoy convencido de ello», dijo el jugador asturiano.

No obstante, nada ayudó en el partido matinal y Àngel no volvió a jugar hasta el miércoles ocho de enero, con motivo del encuentro ante el Valladolid correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Fue en Son Moix, contra el Valladolid y el resultado fue de empate a dos. A partir de ahí se acaba la participación de Àngel en el primer equipo. «Sé que lo tenía muy difícil -asegura el lateral- pero no me arrepiento de la decisión que tomé. Estoy aprendiendo mucho aquí en el Mallorca», asegura el defensa. El jugador declara estar muy cómodo en el vestuario. «Todos me han tratado muy bien desde el primer día» y califica la relación con su entrenador de «normal».

Mientras tanto, van pasando las semanas y las jornadas y Àngel sigue pendiente de una oportunidad en la Liga que le permita resarcirse del partido de Sevilla. Ese maldito partido que quedó para toda la temporada como una mancha negra en el expediente del equipo y que fue terrible para el futbolista procedente del Oviedo. «Te pueden salir las cosas bien o mal, y ante el Sevilla fue lo segundo, pero repito que ése encuentro no me ha marcado», asegura el futbolista. Ahora hace una vuelta del encuentro ante el Sevilla. Los dos equipos se juegan la posibilidad de ir a Europa y Àngel seguirá esperando una oportunidad que rectifique su debú.