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Mansour Bahrami volvió a animar el Mallorca Grand Champions. El tenista iraní mostró su nuevo catálogo de golpes imposibles, arrancó carcajadas de los asistentes y se ganó una plaza para la próxima edición en el partido que ayer le enfrentó con Emilio Sánchez Vicario. El jugador español fue superior y se alzó con la victoria, pero Bahrami se convirtió nuevamente en el jugador más querido.

Boris Becker y Yannick Noah protagonizaron el partido más esperado de esta edición del Mallorca Grand Champions. El ganador de Wimbledon más joven de la historia y uno de los franceses más carismáticos del circuito ATP rememoraron antiguos enfrentamientos sin la presión del resultado y con un agudizado sentido del humor.

El estado físico de Boris Becker ya no es de finales de los ochenta y comienzos de los noventa, pero su servicio sigue siendo especial y en la red continúa siendo muy complicado superarle. Yannick Noah imita a la perfección sus gestos y es un tenista con una clase excepcional, pero ayer no pudo con el alemán.

El Mallorca Grand Champions más que un torneo de tenis es un espectáculo. Los jugadores despiertan la nostalgia de los espectadores, pero aprovechan cualquier momento para buscar la sonrisa de los espectadores.

En su intento por buscar el espectáculo Yannick Noah se olvidó del marcador. A Boris Becker le bastó con restar bien en un par de juegos y mantenerse seguro con su servicio para doblegar al francés.