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El fútbol profesional vivirá una jornada decisiva para su futuro inmediato, marcado por la Asamblea General Extraordinaria de la Liga, en la que faltarán los clubes más potentes y se decidirá si se hace un plante al próximo campeonato, hasta que haya un nuevo contrato televisivo. La Asamblea (10.30 horas) reflejará la profunda división de los clubes que integran la Liga, agudizada en las últimas horas por la iniciativa de doce equipos de Primera, entre ellos los más fuertes, de formar una agrupación de interés económico para defender los intereses comunes de esta categoría. El ya llamado «G-12», encabezado por el presidente del Real Madrid y vicepresidente de la Liga, Florentino Pérez, e integrado también por Barcelona, Deportivo, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Real Sociedad, Valencia, Betis, Sevilla, Málaga, Espanyol y Villarreal, será el gran ausente de la reunión por voluntad propia.

La inasistencia de éstos dejará las decisiones en manos del otro bloque de equipos, el grupo de los 30 -todos los de Segunda más Celta, Mallorca, Valladolid, Racing, Osasuna, Alavés, Recreativo y Rayo- que se formó cuando éstos decidieron que la Liga negociara la venta de sus derechos audiovisuales de forma colectiva, mientras el resto lo hacía individualmente. Desde hace un mes este grupo ha lanzado su amenaza de no empezar la competición de Liga si no se alcanza un acuerdo para el nuevo contrato de televisión -el actual cifrado en 240 millones de euros acaba el 30 de junio-, postura que no está dispuesto a secundar el «G-12», cuyos integrantes tienen ya contratos individuales firmados -Real Madrid, Barcelona y Atlético- o apalabrados -el resto.

La separación de los clubes se agudizó también con la carta entregada al ministro de la Presidencia, Mariano Rajoy, por Juan José Hidalgo, vicepresidente de la LFP en representación de Segunda, en la que admiten una deuda superior a 1.625 millones de euros y piden, entre otras cosas, la transformación en sociedades anónimas de los equipos que aún no lo son. La inasistencia del «G-12» a la asamblea de hoy, decidida y comunicada el martes al presidente de la Liga, Pedro Tomás, ha generado preocupación y ha provocado reacciones distintas en el otro colectivo de clubes.