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Agotar las opciones europeas a costa de un Rayo que huele a Segunda es la principal premisa marcada por Gregorio Manzano. Pero para ello, ganar a los madrileños es condición expresa. Con Leo Franco e Ibagaza como dudas y a expensas del regreso de Samuel Etoo, el preparador afronta la visita de un rival herido de muerte y que, por cosas del destino, hace un año contaba con su presencia en el banquillo. «No será agradable si baja el Rayo, no será real que Manzano haya descendido al Rayo, bajar se dará tras una serie de jornadas en las que no habrán cumplido. Ellos saben que lo tienen muy difícil, pero vendrán con la esperanza de poder seguir con opciones de permanencia», manifestó.

Dejando de lado los problemas del contrincante, el Real Mallorca debe, según Manzano, «apurar sus opciones de jugar en la UEFA. En casa podríamos haber cosechado algo más. En esta ocasión espero que no haya contratiempos arbitrales, ni expulsiones, y espero que Ibagaza esté, pues es el que mueve el engranaje del equipo. Recuperamos a Poli y Marcos tendrá un lugar por la sanción de Lozano», añadió Manzano.

Si ante el Rayo las cosas no salen como el jienense tiene previsto se dará un cambio de planes. «Entonces perderemos opciones europeas y tendremos que pensar únicamente en la Copa. De hecho, quizás en Huelva reserve a jugadores para la final», dijo. A la hora de valorar la división que vive el fútbol profesional, el inquilino del banquillo de Son Moix resaltó que «una huelga nunca es positiva», aunque aguarda «a la mediación política» para evitar que el fútbol se paralice. Su particular análisis de la situación le hace ver que «el fútbol ya venía tocado. Se ha vivido por encima de las posibilidades reales y ha faltado humildad. Una de las soluciones sería la puesta en marcha de contratos por objetivos», finalizó el máximo responsable técnico mallorquinista.