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El Barcelona espera dejar casi sentenciada la final de la Liga ACB contra el Pamesa de Valencia si consigue esta tarde (19.30 horas) su segunda victoria en el segundo encuentro, que se disputará también en el Palau Blaugrana. Los azulgrana se impusieron por 76-74 en el primer partido de la serie celebrado el jueves, resuelto en un ajustadísimo final con una canasta de dos de Sarunas Jasikevicius a falta de un segundo, cuando la posibilidad de la prórroga estaba en el aire al registrar hasta entonces el marcador un empate a setenta y cuatro. El triunfo de los catalanes fue un mazazo para el Pamesa, que tuvo la victoria a su alcance en el tramo final, ya que ganaba de cuatro a menos de dos minutos (68-72), pero dejó escapar la victoria al encajar dos triples consecutivos -de Juan Carlos Navarro y Jasikevicius-, además de la canasta definitiva de dos del lituano. Si Jasikevicius fue el mejor del Barcelona (22 puntos y 3 asistencias), el pívot del Pamesa Fabrizio Oberto fue la gran pesadilla, con otros 22 puntos, 14 rebotes y 5 asistencias.

El Barcelona intentará conseguir hoy el segundo triunfo, que sería casi definitivo, si se tiene en cuenta que la final es al mejor de cinco partidos y que hay muy pocos precedentes de remontadas de un 2-0 en contra. Posteriormente, la plantilla barcelonista tendría dos partidos en Valencia para intentar la tercera victoria definitiva para conseguir el título, o de lo contrario jugarse de nuevo en el Palau Blaugrana el que sería quinto y definitivo partido. El triunfo de anteayer tuvo también un factor psicológico importante al romper en el momento de la verdad la racha contraria de dos derrotas consecutivas contra Pamesa encajadas en la fase regular de la Liga. La diferencia es que aquellas dos derrotas no evitaron que el Barcelona acabase primero de la fase y se garantizase la ventaja de campo en la final. A la espera de las novedades que pueda haber, el técnico azulgrana, Svetislav Pesic, seguirá contando con todos sus jugadores y sin ningún problema físico, con lo que sienta las bases de su candidatura en vistas a obtener el título de liga por la vía rápida y ante un rival que le planteó batalla en la competición regular.

El conjunto valenciano vio cómo se le escapaba un encuentro que llegó a dominar por seis puntos a falta de tres minutos y perdió su primera oportunidad de darle la vuelta al factor cancha. La igualdad y la polémica por las decisiones arbitrales que marcaron los últimos minutos del primer partido son ya historia, aunque en el seno del vestuario del Pamesa ha hecho daño la decisión que decantó la balanza a favor del Barcelona. La final continúa y el equipo valenciano jugará con la presión de saber la dificultad que entrañaría regresar a Valencia con un 2-0, pero también con la confianza de haber tenido al Barcelona contra las cuerdas. El Pamesa controló el juego interior en el primer envite. La gran actuación del pívot argentino Fabricio Oberto, que consiguió veintidós puntos y capturó catorce rebotes, le permitió dominar el rebote y los duelos con los jugadores interiores del conjunto catalán.

En el perímetro, el conjunto de Paco Olmos tuvo más problemas. Los fallos desde la línea de triple, anotaron dos de catorce intentos, lastraron su ataque y en defensa apenas pudieron contener al lituano Sarunas Jasikevicius, decisivo en los minutos finales, y a Juan Carlos Navarro. En cambio, consiguió neutralizar al serbio Dejan Bodiroga que, bien defendido por José Antonio Paraíso y en algún tramo del encuentro por Federico Kammerichs, no brilló como suele hacerlo en estas citas y no pudo demostrar la capacidad de resolución que le define en los encuentros más trascendentales de una temporada que se agota y en la que el alero aspira a lograr la triple corona después de sumar la Copa del Rey y la Euroliga a su ya holgada hoja de servicios que tiene en la Liga ACB ua nuevo desafío en el horizonte más inmediato.