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El éxito del Real Mallorca esta temporada va más allá de la posición en la que ha quedado clasificado en la Liga o de haber logrado por tercera vez estar presente en una final de la Copa del Rey. El club mallorquinista ha encontrado, por fin, el camino de la consolidación en la máxima categoría del fútbol español y tras la disputa del último partido liguero el pasado sábado, firmó la que ha sido su sexta temporada consecutiva en Primera.

A finales de agosto arrancará la séptima campaña en la denominada Liga de las estrellas y la consolidación como tal es un hecho. El Mallorca ha conseguido meterse en el vagón de cabeza, aunque esto le ha supuesto el obligado desembolso de cientos de millones que han dejado las arcas vacías y al club pidiendo auxilio encomendándose al capital mallorquín. Han sido seis años vividos con rapidez e intensidad. La final de Mestalla y la de Birmingham, la Supercopa de España, la Champions y la UEFA y ahora otra final y, posiblemente, otra vez Europa.

Deportivamente no se puede pedir más, aunque las temporadas son tan intensas que todo lo conseguido da la sensación de que queda situado a años luz, cuando en verdad los éxitos más sonados del mallorquinismo están todavía muy frescos en las páginas de la historia. Sin ir más lejos, esta temporada han sucedido tantas cosas y tan variadas dentro y fuera de los terrenos de juego que cuesta trabajo incluso echar un vistazo al reciente año futbolístico que a punto está definitivamente de cerrarse. Al margen de goleadas, buenas y malas rachas, tantos para el recuerdo y otro tipo de asuntos puramente deportivos, la temporada está repleta de nombres propios. Desde el partido 500 de Miquel Soler, a la grave lesión de Javier Olaizola pasando por el fichaje de diciembre de Àngel Luis o el debut de una nueva joya de la cantera rojilla, el solleric Antoni Lluís Adrover, Tuni.

Este año han recibido su justo premio dos jugadores cuya temporada ha sido excepcional. El seleccionador argentino, Marcelo Bielsa, llamó a Leo Franco y Ariel Ibagaza. El portero no llegó a debutar en ninguno de los tres partidos que fue convocado, mientras que una lesión dejó sin efecto la posibilidad de que el «Caño» debutara en Japón vistiendo la camiseta del combinado absoluto de Argentina.
Pero si dentro del campo la nómina de nombres propios es extensa, fuera de los terrenos de juego la lista es casi interminable. El acontecimiento extradeportivo que marcó el arranque de temporada fue la primera Diada de Peñas del Real Mallorca que tuvo lugar en Alcúdia y que reunió a casi un millar de seguidores del club balear.
La organización lamentó el hecho de que no apareciesen jugadores del Mallorca. Sólo el portero Miki Garro se acercó a compartir unos minutos con los hinchas que de manera más intensa viven y sienten los colores de su equipo. La reunión tuvo lugar el pasado mes de octubre, con el compromiso de volver a repetir experiencia el año que viene en otro lugar de la Isla.