La Gran Diada de Manacor y las nocturnas

La rinopneumonitis equina retrasó un mes y medio el Gran Premi Nacional, pero a pesar de lo caluroso de la jornada de ayer, los aficionados al mundo del trote no quisieron perderse la carrera más tradicional. Las carreras matinales arrastraron a un número importante de seguidores, pero muchos prefirieron disfrutar del sol en actividades alternativas y acercarse a Son Pardo en la sesión vespertina.

A las cinco y media de la tarde, el hipódromo registraba una entrada de alrededor de cinco mil personas, pero comenzó un goteo incesante de aficionados que permitió doblar esta cantidad.

La grada de Son Pardo estuvo llena toda la tarde. En las primeras carreras el sol castigaba a los presentes y muchos aprovechaban para realizar las apuestas, para pasear por el vestíbulo en busca del programa, de un abanico o para combatir el calor en el bar.

A medida que se acercaban las 19.20 horas las pocas localidades que quedaban libres en la grada se llenan, y el pasillo de la recta final comienza a colapsarse. La sección montada de la Policia Local de Palma inicia el desfile previo a la gran carrera. Por detrás de ellos lo hace la Cofradia Balear de Cavallers de Sant Jordi. Pero la primera gran ovación fue para el carruaje de honor en el que se encontraban Julià Arnau, Agustín Pou, Juan Oliver y Onofre Barceló. La Orquesta Sinfónica de Porreres amenizaba los minutos previos, pero entre el público ya se respiraba la tensión.

Pocos segundos después de la salida en autostar Pilar Estelrich se quedaba fuera de la carrera, pero los suspiros duraron poco porque la prueba fue muy emocionante en su inicio. Mientras los aficionados volvían a hacer sus particulares apuestas, «Heliana» llegaba a la última curva con una gran ventaja. El público premiaba con aplausos a Christophe Audebert y no concebían como «Hember Vog» había dejado escapar la segunda posición.

Los minutos siguientes fueron de celebración. Damià Ginard, su esposa y su hija Vicky subieron a la pista para acariciar a su yegua. El conductor Christophe Audebert recibía de manos de Maria Antònia Munar el trofeo de vencedor. La presidenta del Consell de Mallorca en funciones no fue la única presente en la entrega de premios, ya que también acudieron, entre otros, la alcaldesa de Artà, Margalida Tous; la consellera de Presidència del Consell de Mallorca en funciones, Dolça Mulet; y el director del hipódromo de Son Pardo, Nicolau Tous.

Cuando finalizaba la entrega de trofeos Maria Antònia Munar respondía a las preguntas de los medios y sus declaraciones se reproducían por la megafonía del hipódromo. La presidenta del Consell de Mallorca anunciaba que la financiación definitiva para el mundo del trote puede estar muy cerca y que confiaba que en un espacio de tiempo muy corto pudieran ver solucionado el problema de financiación para este deporte.