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Miquel Alzamora|ELCHE
El rostro de Gregorio Manzano reflejaba la satisfacción del deber cumplido. El técnico andaluz radiaba felicidad por los cuatro costados y quiso tener un especial recuerdo para la afición, «esos quince mil fieles que nos han arropado. Dije que levantaríamos la Copa y va por ellos, ya la tienen». A la hora de valorar el encuentro, Manzano quiso destacar «la gran primera mitad y la rúbrica que pusimos en la segunda. Merecemos llevarnos este trofeo y hacer que luzca en las vitrinas del Mallorca», aseguró el preparador rojillo.

Sobre su futuro más inmediato, Manzano eludió comentarios y se limitó a afirmar que «es un momento para disfrutar. La decisión de seguir o no tenemos que consensuarla y pasa por la directiva, debemos esperar a las próximas setenta y dos horas y disfrutar del título. Hoy -por ayer- quiero felicitar a los mallorquines». El papel estelar de Samuel Etoo fue motivo de cuestión. «Su entrega ha sido fundamental y ha demostrado ser todo un profesional», declaró.

Mientras, el presidente del Real Mallorca, Mateu Alemany señaló que esta Copa «es el final de un ciclo y espero que el inicio de otro mejor en el que habrá cambios. Es una de las mayores alegrías de mi vida y quiero especialmente dedicar esta Copa a Antonio Asensio Pizarro y a mi familia», dijo Alemany, que ante los aficionados sentía «un sentimiento de responsabilidad. He sufrido mucho, pero espero que todos estemos orgullosos de ser mallorquines por este logro», finalizó un mandatario que se mostraba tremendamente eufórico.