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Gregorio Manzano asiste con satisfacción al éxito en el que está sumergido el Real Mallorca. El entrenador de Jaén ya forma parte de la historia del club balear porque atrapó un trofeo que se había escurrido en dos ocasiones. El sábado levantó la Copa sobre el césped del Martínez Valero y saldó una deuda. Pese al clamor popular, su futuro está en el aire, a la espera lo que decida el consejo de administración. Precisamente hoy finaliza su vinculación contractual con el club. Mateo Alemany parece tener la decisión tomada, aunque el movimiento accionarial que puede registrar el club en los próximos días condiciona un buen puñado de aspectos que atañen a la planificación deportiva.

-¿Ha asimilado ya el éxito de estas últimas horas?
-La verdad es que sí. Somos campeones de Copa y ahora hay que seguir celebrando este éxito que es compartido.

-Ahora quedan muy lejos los partidos ante la Gramanet, o el Alicante, pero para llegar aquí ha habido que superar encuentros muy comprometidos.
-Ha sido una Copa muy difícil de ganar. Hemos ido superando obstáculos de uno en uno y uno de ellos era casi insalvable en Alicante cuando afrontamos la tanda de penaltis, o ese gol marcado en el último minuto ante la Gramanet, o el empate frente al Valladolid. Recordando esto quiero decir que nadie nos ha regalado nada y no se puede decir que es una Copa menor, todo lo contrario, ya que los grandes han quedado en el camino.

-¿Qué es lo que más le ha emocionado de todo lo que ha visto y vivido estas últimas horas?
-Quizás la explosión de júbilo de la afición al finalizar el partido, la alegría del vestuario nada más llegar con la Copa y varios momentos puntuales que se han ido sucediendo desde el pasado sábado por la noche.

-A título personal y profesional, ¿qué significa el conseguir un trofeo de estas características?
-Mucho, sin duda. Cuando uno empieza un trabajo en un club intenta conseguir los objetivos que le marcan y eso no es fácil ya que no siempre se consiguen. Nadie me impuso por obligación se campeón de Copa, por ejemplo, me pidieron que dejara el equipo en Primera, con una condición, no con tantos agobios como el año pasado. Este objetivo se alcanzó e incluso el último mes luchamos por Europa. En la Copa no hemos perdido ningún partido y hemos conseguido un premio enorme y me llena de orgullo el haber podido dirigir a esta plantilla. Han jugado once la final, pero todos han participado en este campeonato y son merecedores de la Copa. Ellos lo saben y así se lo he manifestado

-¿El título de Copa puede marcar un antes y un después en el club?
-Debería de marcar un punto hacia adelante. El presidente ha dicho que es el final de un ciclo y espero que sea efectivamente el final de un ciclo y que marque el inicio de otro para mejor. No debería de ser un final de ciclo para peor. Lo que hay que hacer es tener los pies en el suelo y que tampoco la Copa se nos suba a la cabeza y saber que es lo que queremos esté o no Gregorio Manzano al frente del equipo. Hay, en cierta manera, que asimilar el triunfo y seguir adelante.

-¿Estará Manzano el próximo año en la Isla?
-Supongo que esta semana la situación quedará más o menos definida, en un sentido u otro. Hasta la fecha he mantenido dos encuentros con los responsables del club, pero la nueva situación que se plantea es relativamente nueva y habrá que esperar a ver lo que ocurre. Yo hasta la fecha sólo he mantenido contactos con el Mallorca y lo he manifestado en más de una ocasión. No he hablado con ningún otro club.