A pesar de su condición de clasicómano, el español no cambia
ganar en uno de los monumentos de las clásicas por la etapa en el
Tour: «Esto no lo cambio por nada porque tiene un valor enorme y
perdurará para siempre. Es algo que no se puede destruir, que no te
lo pueden quitar y el recuerdo es mío para toda la vida»,
explicó.
Flecha, de 25 años, comentó el significado de sus gestos al
entrar, simulando que manejaba un arco y lanzaba una flecha: «Es
como un juego que hago por mi nombre que ya puse en práctica en la
Bicicleta Vasca y en la Vuelta a Aragón. Llevaba dos años de
sequía, sin puntería y me decían que el arco no funcionaba o que la
flecha estaba mojada. Por eso me he recreado al entrar. Mi marca ha
quedado para siempre», dijo. El corredor del iBanesto.com desveló
cuál fue uno de los secretos de su victoria: «Conocía perfectamente
el recorrido porque he venido muchas veces, ya que mi novia trabaja
en el centro aerospacial cercano a la meta. Sabía dónde tenía que
atacar y no podía ser en otro sitio. Mi corazón latía cada vez más
fuerte a medida que me acercaba», señaló.
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