Flecha, un corredor con madera de clasicómano nacido hace 25
años en Buenos Aires, ganó por valentía y ambición al salir de un
grupo de 8 corredores que marchaban escapados desde el km 57 y
afrontó los últimos 16 en solitario y con los desesperados
perseguidores al acecho.
Aguantó el tirón y se presentó en la pista del aeródromo de
Montaudran, símbolo de la aeronáutica cuyo pionero más conocido es
Antoine de Saint Exupéry, autor de «El Principito», con ventaja
suficiente para formar un arco con sus brazos y hacer diana en «la
victoria más bonita» de su vida con un tiempo de 3h.29.32. El
corredor del iBanesto.com aportó la segunda etapa española después
de la conseguida por Mayo en Alpe D'Huez, un éxito importante para
un equipo cuyo patrocinador desaparece a final de temporada. Flecha
arriesgó y fue inteligente porque no podía jugársela al esprint con
algunos compañeros de fuga y salió disparado como en una
contrarreloj hacia meta.
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