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Francisco Àvila|EFE - BARCELONA
Consciente de que se encontraba ante un nuevo reto, la catalana Gemma Mengual no falló y conquistó una nueva medalla en natación sincronizada, esta vez fue la de bronce en el «sólo», un galardón que la sitúa definitivamente en el primer nivel mundial. Mengual sabía que el oro estaba imposible, pero incluso luchó con opciones por la plata. El título mundial, fue para Virginie «Nini» Dedieu, un prodigio de la natación y de la danza que no tiene rival en esta competición.

La francesa estuvo casi perfecta. Entre la prueba técnica y la final sumó 99'251 sobre cien posibles. Cinco dieces en impresión artística y dos más en mérito técnico, imposible de igualar. La segunda plaza fue para la rusa Anastasia Ermakova. Su sobriedad técnica le permite, por el momento, salir indemne de la lucha con Mengual, aunque la española ha recortado notablemente la distancia y está en disposición de superarla.

De hecho, la rusa consiguió 97'417 puntos y la española 33 centésimas menos. La teoría de Mengual y de algunos responsables del equipo técnico es que los jueces protegen en cierta medida a Ermakova, representante de un país con un gran peso en el aparato de la FINA. Sin lugar a dudas la gran protagonista fue Mengual, que fue capaz de repetir en un Mundial el resultado del pasado Mundial y colgarse una nueva medalla de bronce.