TW
0

Carlos de Torres|LUZ ARDIDEN
El estadounidense Lance Armstrong hizo honor al número uno que luce en su dorsal y ganó la etapa reina del Tour con final en Luz Ardiden después de superar una caída, remontar y ascender en solitario los últimos nueve kilómetros, por lo que reforzó su liderazgo. Volvió el Armstrong de Tours anteriores, el corredor que cuando ataca no mira atrás y vuela hacia la meta con su pedaleo de molinillo, el Armstrong que acostumbra a dejar su inconfundible sello en los momentos clave. Y está vez no falló, a pesar de todo.

El texano también hizo honor a su condición de hombre de hierro. Se salvó milagrosamente de la caída el día del abandono del español Joseba Beloki y en el ascenso a Luz Ardiden y en pleno ataque cayó contra el asfalto arrastrando a Ibán Mayo. Su manillar se enganchó con la bandera de un aficionado y se fue al suelo. Armstrong se levantó, tomó impulso y volvió al grupo de favoritos, que esperó al accidentado. A continuación casi repite la jugada, esta vez por fallo propio, pero volvió a demostrar sus cualidades de malabarista. Los contratiempos, lejos de minarle la moral, le cargaron de rabia y ahí empezó la clase magistral. Faltaban 9 kms para la meta.

El líder arrancó como un cohete. Ullrich no le pudo seguir y optó por no cebarse. Fue una sabia decisión porque el estadounidense estaba pletórico. Los demás, a rueda del alemán: Mayo, Zubeldía, Basso y Moreau. Ni un relevo. Era el duelo de los principales gallos de la carrera. Por detrás se hundía el kazako Vinokourov.

Armstrong alcanzó a 5 kms de meta al joven francés Sylvain Chavanel, único superviviente de una escapada multitudinaria que nació en el km 15 y que al final tuvo como premio coronar en cabeza el Tourmalet y una palmadita del líder en el momento que le rebasó.

La desesperada persecución no tuvo resultado para Ullrich, con gesto de sufrimiento y contando los segundos uno a uno. El Tour se le iba, como el americano. Al final el daño no fue irreparable, pues cedió 52 segundos, contando la bonificación. Poco descalabro para el día grande de su rival.

Armstrong invirtió un tiempo de 4h.29.26 en los 159,5 kms entre Bagneres de Bigorre y Luz Ardiden, a cuya cima se llevaba por séptima vez y donde los españoles han escrito los nombres de Pedro Delgado, Lale Cubino, Miguel Indurain y Roberto Laiseka. Mayo, quien volvió a atacar en el último puerto, fue segundo en el grupo que llegó a 40 segundos con Ullrich, Zubeldia y Moreau.