Si no está Zidane y tampoco Guti, el Madrid puede respirar. A
Beckham tampoco le pesa la responsabilidad. No suele ser fácil
acoplarse a la nueva vida en un club como el Real Madrid. Y por lo
visto hasta la fecha, Beckham puede romper esa regla de tres que
asocia al futbolista inglés con el fracaso cuando sale de la
Premier League.
Queiroz dio descanso a Zidane y a Guti y al Madrid le costó un
rato entrar en el partido. El polivalente, de inicio, siguió siendo
Luis Figo. Comenzó de medio centro, con Beckham a la derecha. Sin
embargo, Queiroz vio de inmediato que el invento no funcionaba y
cambió los papeles. El equipo comenzó a crecer cuando Figo se
instaló en su demarcación natural, echado al costado derecho. Y
Beckham abrió la lata. Va a ser un futbolista que dé muchos puntos
en la Liga esta temporada. El inglés no perdona una falta al borde
del área. Falta que pitan, allí va él. Implacable, se concentra y
el balón o es gol o genera tanta tensión y desgaste a la barrera y
al portero, que aminora el ánimo del rival. A los 38 minutos llegó
su primer gol en un lanzamiento de estrategia. Cerca del vértice
derecho, sacó el guante de su derecha para batir a Yoichi. Solari,
antes del descanso, aumentó la cuenta culminando una larga
jugada.
Tras el descanso, llegaron los cambios. El Madrid mejoró su
juego. Beckham tiró paredes a Figo, Raúl estuvo soberbio en el
juego interior y sólo le faltó el gol. El brasileño Ronaldo, en
cambio, si terminó su partido con premio y en la recta final del
duelo se sacó un gol de bandera.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.