Marcos Martín intenta controlar el esférico; el centrocampista mallorquín volvió a entrar en el once inicial de Jaime Pacheco.Foto:TERESA AYUGA

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BOLTON:Jaaskelainen, Barness, Ngotty, Laville, Charlton, Iván Campo, Fransen, Nolan, Giannakopoulos, Pedersen y Gardner.
Cambios:Ba por Ngotty, Diwara por Fransen, Kevin por Giannakopoulos Hunt por Nolan, Johnson por Charlton y Okocha por Pedersen.

REAL MALLORCA:Leo Franco, Cristian Díaz, Nadal, Marcos, Vicente, Raúl Martín, Robles, Enric Pi, Rafita, Bruggink y Jesús Perera.
Cambios:Tuni por Raúl Martín, Biagini por Perera y Thierry por Bruggink.

Àrbitro:Mark Halsey (Inglaterra).

MIQUEL ALZAMORA
El Mallorca invirtió cuatro horas en ir y volver de Ashby a Bolton para nada. Ayer disputó su tercer amistoso y no se sabe bien a qué jugó y cómo lo hizo, lo que quedó claro es que este equipo está totalmente descompensado. Jaime Pacheco puede empezar a preocuparse. Ayer observó con asombro que, primero le queda mucho trabajo por delante, y segundo, que hoy por hoy no tiene equipo suplente. Es decir, tiene un buen once, pero los teóricos no titulares todavía no están preparados para dar la talla a alto nivel.

El entrenador portugués situó un equipo en el que sólo Leo Franco y Nadal parecen tener un lugar predestinado en el bloque tipo de la Liga, el resto de futbolistas no tiene derecho a quejarse si ocupan plaza en el banquillo de suplentes o incluso en la grada.

El equipo de la primera parte estaba formado por once jugadores, pero no había nadie que comandase al grupo, como tampoco había una mínima circulación de balón correcta para crear cierto peligro. No se disparó una sola vez a puerta, y lo que es peor, no se llegó con peligro, mejor dicho, no se llegó y punto. Mateu Alemany y Pep Bonet saben que si venden a Ariel Ibagaza, este equipo está predestinado a ir sin rumbo por todas y cada una de las competiciones que dispute. Marcos tiene don de mando, pero esto no es suficiente, necesita de alguien que ejecute, invente, que sea capaz de jugar bien al fútbol, y sin Ibagaza esto no es posible.

Perera fue ayer un espectador de lujo, no encontró nunca su sitio en el campo, como tampoco lo encontró Bruggink. El mediocampo, ni una cosa ni otra, ni frío ni calor, y en según qué momentos, hasta estorbaba. La defensa tuvo trabajo en guardar las posiciones. Ni Rafita es Cortés ni Díaz es Poli, aunque afortunadamente, el que sigue siendo el mismo es Leo Franco. Ayer, a los treinta minutos, había salvado tres goles.

El Bolton demostró también por qué estuvo bordeando el descenso. No fue capaz de aprovechar el desconcierto mallorquinista, y sólo Iván Campo daba criterio en el centro del campo. Con empate a cero goles y con un Mallorca perdido acabó una primera parte para el olvido y que de nada le sirvió a Pacheco, más que para seguir comprobando lo importante que son Etoo e Ibagaza en este equipo.

En la reanudación, Franco salvó otro gol nada más empezar y el Mallorca gozó de las dos oportunidades de marcar que tuvo en todo el encuentro. Fue en sendos disparos de Pi y Perera. Uno salió fuera y el otro lo detuvo el guardameta del Bolton. El Mallorca puso el final a la historia del partido, el Bolton insistió, pero siempre se encontró a un Leo Franco inconmensurable. El portero estuvo atento en los balones aéreos, no dudó en las salidas y acertó a rechazar cuantos tiros a puerta recibió. El Bolton está mucho mejor desde el punto de vista físico, y esto se dejó notar en la segunda mitad. Sin embargo, Pacheco se quedó con la lectura de unos primeros cuarenta y cinco minutos donde se vio a un equipo muy poco trabajado, extraordinariamente descompensado y sin un patrón claro de juego.