MIQUEL ALZAMORA
El Real Mallorca puso ayer fin a la gira por Inglaterra con derrota en el campo del Fulham. Pacheco presentó dos equipos, uno en la primera y otro en la segunda parte y no se pueden extraer muchas conclusiones. La paliza de viaje, ya que fueron casi cuatro horas de autocar, y el calor, pasaron factura. En la primera parte y con las fuerzas al mismo nivel, el Real Mallorca le plantó cara al Fulham.
Pese a que el calor era exagerado y el sol de justicia, los futbolistas lograron sobreponerse a un viaje agotador y mal organizado y se plantaron con mucha seriedad sobre el terreno de juego. Pacheco confió en el equipo que jugó el día anterior y eso las piernas lo notan. Sin embargo el tratado de intenciones inicial resultaba positivo. Nadal y Niño lideraban el trabajo en defensa, junto a Poli y Cortés y Toni González encontró de inmediato su lugar en la zona de creación. Marcos ayudaba a manejar la pelota, mientras que Pi por la izquierda, Perera por la derecha y Etoo y Bruggink en el centro del ataque inquietaban a la zaga rival. Es decir, el engranaje general funcionaba. No había nadie que sobresaliera, pero el equipo no desentonaba.
El primer aviso fue del Fulham. Barry Hayles lanzó un fuerte disparo pero la pelota salió por la derecha de la portería de Miki. El Mallorca, con el control de la pelota en el medio campo, actuaba con comodidad y fruto de ello llegó el gol de Etoo. Fue a raíz de un servicio de Arnold Bruggink rematado de manera extraordinaria por el camerunés del Mallorca. El cero a uno hacía justicia a los méritos contraídos por uno y otro, pero el fútbol es un juego de errores y en una imprecisión defensiva, a la hora de rechazar un balón, éste fue a parar a la cabeza de Morte que batió a Miki por alto.
Ocurría esto a la media hora de juego y quedaba mucho por delante. La imagen hasta el momento del empate había sido más que correcta. Sin más novedades se llegó al descanso y ahí Jaime Pacheco aprovechó para cambiar todo el equipo de golpe y dar entrada a los futbolistas que hasta el momento habían permanecido en el banquillo. El portugués quiso refrescar al grupo y que todos participasen del encuentro. Tras la primera fase de acoplamiento, Raúl Martín lo intentó desde la frontal del área. La pelota salió fuera por poco. El sistema seguía siendo el mismo, sólo cambiaban los hombres.
Las oportunidades, sin embargo, seguían siendo del Mallorca. A la de Raúl Martín hay que sumar otra de Robles que finalizó sin éxito una acción personal de Antoni Lluís Adrover, Tuni. El choque fue decayendo en intensidad y tanto un equipo como otro perdían bastante la pelota y era un verdadero suplicio llegar con relativa comodidad. No obstante, Malbranque consiguió aprovechar una contra para fusilar a Miki, adelantar al Fulham y cerrar el partido.
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