El estadio GSP Stadium de Nicosia asistió ayer a la recuperación
del Mallorca en Europa. El grupo isleño truncó en Chipre su peor
racha continental desde su debut en el campo del Heart escocés hace
ya un lustro. El Mallorca se presentaba en la isla mediterránea con
una tarjeta en la UEFA que no invitaba precisamente al optimismo.
Cinco derrotas en sus cinco últimos partidos en esta competición
oscurecían una trayectoria continental intachable en la ya extinta
Recopa y aceptable en su única participación en la Liga de
Campeones.
La mala racha se inició el 9 de marzo del año 2000 en el estadio
Louis II de Mónaco. El partido, correspondiente a la vuelta de los
octavos de final de la Copa de la UEFA, desembocó en una derrota
(1-0) estéril para el conjunto monegasco. Y es que el Mallorca,
dirigido entonces por Fernando Vázquez, se había impuesto siete
días antes en el estadio Lluís Sitjar por 4-1, pese a comenzar
perdiendo. Un 'hat-trick de Jovan Stankovic , con dos goles de
penalti, y un tanto de Diego Tristán certificaron la victoria
indígena. En la siguiente eliminatoria, cuartos de final, el bombo
le emparejó con el Galatasaray. El equipo turco se antojaba como un
rival asequible. Todavía no había protagonizado el salto de calidad
y no estaba en el pelotón de los grandes del continente.
Una mala tarde de Leo Franco y la magia de Emre Belozoglu,
actual jugador del Inter de Héctor Cúper, azotaron al bloque
isleño. El Mallorca comenzó a escribir el epílogo continental con
un 1-4 inapelable. Fue el 16 de marzo del año 2000. Siete días más
tarde, en el Ali Sami Yen de Estambul, con la eliminatoria perdida
y coqueteando con la zona peligrosa en el torneo doméstico, el
Mallorca le plantó cara al conjunto turco pero no pudo evitar una
nueva derrota (2-1). El Galatasaray superó al renovado once de
Vázquez en una noche recordada por el debut de Julián Robles,
entonces en edad juvenil.
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