«El secreto de Luis es que nos trata a todos por igual», «Es
directo con el jugador, nos habla muy claro y eso nos gusta», «Es
ambicioso, prefiere arriesgarse a una derrota que defender un
empate»... Estas frases acuñadas por el grueso del vestuario del
Mallorca definen la personalidad de su nuevo jefe. Luis Aragonés
Suárez es El Entrenador. En su persona conjugan las virtudes que
desearía todo técnico. Lo que dice Luis, va a misa. Es el
entrenador que más partidos ha dirigido en la Historia de la
Primera División (725) y el único capaz de renunciar a la Liga de
Campeones por entrenar en Segunda División.
El colectivo de jugadores le idolatra. Incluso los que no juegan
hablan bien de él. Al «Mono» Burgos le dejó sin ficha en el
Mallorca y, meses después, aceptó sin dudarlo su propuesta y se
marchó al Atlético.
Cuando existe algún problema entre el vestuario y la directiva,
siempre está del lado del grupo, como por ejemplo en el famoso
Motín del Hesperia de la temporada 1987-88, cuando dirigió al
Barcelona, o la pasada campaña cuando Jesús Gil criticó con dureza
a la plantilla y él le respondió.
Luis tiene un trato personal e intransferible con el jugador.
Siempre se dirige a ellos de usted. Jamás tutea a un futbolista, al
menos cuando están con el mono de trabajo. Da igual que tenga 18 o
34 años. La plantilla acude a los entrenamientos con ganas, con
ilusión, sabiendo que con Luis ningún día es igual y puede pasar
cualquier cosa.
En su doctrina futbolística no existe la palabra conformismo. Es
un entrenador ambicioso, que prefiere arriesgarse a una derrota que
defender un empate. Amante del fútbol ofensivo -con él en el
banquillo el Mallorca ha marcado más goles que nunca- también tiene
buena mano con los árbitros y la prensa. Capaz de encararse con un
colegiado y elogiarle posteriormente, Luis Aragonés ha
protagonizado un puñado de anécdotas durante sus casi 30 años como
entrenador.
En la Isla todavía se recuerda su imagen zarandeando a Samuel
Etoo en el banquillo visitante de La Romareda. El incidente, que
dio la vuelta al mundo, comenzó cuando el delantero camerunés le
dijo algo tras ser sustituido. Un par de años después la opinión de
Samuel Etoo, que le bautizó como el abuelo, ha sido pieza
importante en el regreso del entrenador madrileño.
Intenso en los entrenamientos, «se juega como se entrena»
subraya, sobre el tapete su apuesta es ofensiva y jamás renuncia a
la victoria. En su primera etapa en el Mallorca, el técnico de
Hortaleza modificó su once sobre la marcha. Luis cambió el rombo de
las primeras jornadas por un doble pivote, que formaron Marcos y
Engonga, tres medias puntas, Finidi o Novo, Etoo y Ariel Ibagaza, y
un delantero, Albert Luque.
Luis no revolucionará al equipo de entrada. Primero querrá
conocer la opinión de Llompart y de Damià Amer. Y después saber
cómo se encuentra física y anímicamente la plantilla. Su objetivo
es el día a día y su meta que el equipo llegue bien situado en las
ocho o diez últimas jornadas, que es cuando se decide todo. «Lo de
antes sirve para vender periódicos...» suelta sin inmutarse. Así es
Luis Aragonés, el nuevo entrenador del Mallorca.
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