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Felipe Recuero (Efe)|HAMILTON
La selección española de ciclismo volvió a cosechar un importante y merecido éxito y se llevó la medalla de oro con Igor Astarloa y la de plata con Alejandro Valverde en la prueba reina de los campeonatos del mundo, que se ha disputado en la ciudad canadiense de Hamilton.

Este logro no es ninguna sorpresa, pues en la partida los españoles eran la escuadra a batir, pero demostraron tranquilidad y aplomo en los pocos momentos complicados que hubo y de esa forma igualaban la hazaña conseguida en 1995, en la ciudad colombiana de Duitama, cuando Olano lograba el oro e Indurain la plata. El bronce fue para Peter Van Petengem.

Mejor imposible para el conjunto español, al que se le pusieron mal las cosas, ya que a las primeras de cambio, en la vuelta inaugural, cuando tan sólo se llevaban unos ocho kilómetros, Óscar Sevilla se vio involucrado en una caída masiva y el resultado no pudo ser más nefasto: abandono.

Astarloa, que logra así el triunfo más importante de su carrera, tardó en lograr el oro, en recorrer los 258,3 kilómetros, 6 horas, 30 minutos y 19 segundos, lo que significa una velocidad media de 40,029 kilómetros por hora. A una docena de segundos llegaba el pelotón principal comandado por Alejandro Valverde que ponía la guinda a esa exhibición de los españoles en el tramo final de la carrera. El bronce fue para Van Petengem.

Fue una carrera lenta, soporífera y empalagosa, especialmente en su primera mitad, pues los ataques brillaron por su ausencia y prueba de ello es que el primero llegaba cuando se cumplían cinco vueltas, de las 21 que tenían que dar a un circuito de 12,3 kilómetros y el protagonista era el holandés Moerenhout.

Fueron pasando las vueltas sin que nada sucediese y lo más destacado era un ataque de Van Goleen al que se le unía el suizo Beat Zberg. El dúo rodó con casi un minuto de ventaja mientras se lo permitió un pelotón que seguía bloqueado por los italianos y en el que comenzaban a vigilarse los favoritos, los Bettini y Freire, que no tuvo su día; sufrió un pinchazo, cambió de bicicleta y al final tuvo problemas con la cadena.

Fue a mitad de la última vuelta cuando el pelotón despertaba de su letargo. Se formaba un grupo de media docena de corredores, con Bettini, Boogerd, Bo Hamburger, Oscar Camenzind, Van Petengem e Igor Astarloa. Éste atacó a falta de media docena de kilómetros para el final y lograba abrir un hueco una veintena de segundos. Diferencia suficiente para llegar en solitario a meta.