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ALERTA CANTABRIA 88
DRAC INCA 81

Paris Bryant apareció en el momento más adecuado para frustrar las ilusiones del Drac Inca y forzar la segunda derrota consecutiva del cuadro mallorquín (88-81). El base estadounidense se tomó su particular revancha en los últimos minutos de la contienda y, demostrando buena parte de las virtudes que exhibió en la capiral de es Raiguer, lanzó al Alerta y permite a los cántabros tomar aire en la clasificación.

El encuentro estuvo marcado por la igualdad en sus primeros compases. Las alternativas fueron constantes a lo largo de los primeros diez minutos, en los que a ambos contendientes les costaba despegarse del rival. Drac Inca dominaba en la pintura con un Ezugwu excepcional, pero no bastaba para poder abrir una diferencia holgada que permitiera a los mallorquines adquirir la necesaria confianza como para despegar en el luminoso del Vicente Trueba.

El final del primer cuarto estuvo marcado por la gotera que tuvo parado el encuentro durante más de quince minutos, teniendo que aguardar hasta que la lluvia parara para restablecer el juego en condiciones.

Los segundos diez minutos no aportaron nada nuevo al encuentro, que siguió marcado por el máximo equilibrio en el marcador y por las alternancias en el mismo. Poco a poco, Drac Inca iba ganando terreno y mantenía el control sobre su rival, al que le costaba despegarse de un oponente incómodo, al que le iba mucho en su desplazamiento a Torrelavega. Los inquenses lograron leves ventajas (25-29) que se difuminaban con el devenir de los minutos. El Cantabria dio la vuelta en el marcador para irse al descanso con cuatro puntos a su favor (45-41).

Esa diferencia no era preocupante, pero el tercer cuarto sirvió para que el encuentro viviera un giro radical. El Cantabria ofreció lo mejor de su repertorio ante un Drac Inca relativamente desconcertado (55-44).

La entrada de Javier Bulfoni ayudó en parte a paliar los males del Drac Inca. El escolta, recuperado a toda velocidad para estar en Torrelavega. Su capacidad de superación en los momentos más complicados ayudó al equipo, que se sintió más cómodo sobre la pista e intimidó al Cantabria, que tuvo que resignarse a ver como el Drac Inca recortaba de forma considerable las rentas hasta quedarse a seis puntos (60-54).

El último cuarto sirvió para acabar de decantar la balanza a favor del Cantabria y para que Paris Bryant emergiera después de un partido gris. Las imprecisiones del Drac Inca, que reaccionó en la recta final (80-77), y el concurso brillante de Bryant fueron claves para que la victoria se quedara en casa.

Bryant puso la directa, dirigió a la perfección a los de Torrelavega y el Drac Inca no pudo aguantar el ritmo y la presión impuestos por los locales, que pusieron punto y final a su racha negativa a costa del Inca en un encuentro discreto y que deja al conjunto balear con la necesidad de ganar el próximo partido -el domingo recibe al Algeciras- si no quieren complicarse más la vida y verse abocados a las plazas calientes de la clasificación. Pese a todo, la capacidad de reacción del equipo invita al optimismo, aunque ayer Paris Bryant resultó definitivo para el Cantabria y también para los intereses de un Drac Inca que no está respondiendo a las expectativas que había generado y que se está alejando de sus objetivos.