Jovan Stankovic supera la entrada de Álvaro Novo. Foto: Félix Rodríguez

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2 ATLÉTICO DE MADRID: Burgos; Aguilera (Gaspart, m. 46), Simeone, Lequi, Sergi; Alvaro Novo, De los Santos, Ibagaza (Jorge, m. 63), Musampa (Nano, m. 76); Fernando Torres y Nikolaidis.
1 MALLORCA: Miki; Cortés, Niño, Nadal, Olaizola; Campano, Nagore, Colsa (Correa, m. 66), Nené (Stankovic, m. 46); Eto'o, y Bruggink (Marcos, m 46).
GOLES:
1-0, m. 27: Torres, de cabeza.
1-1, m. 38: Etoo, en un contraataque.
2-1, m. 92: Jorge, de falta directa.
ÀRBITRO:
José Javier Losantos Omar (comité vasco). Mostró tarjetas a Sergi, m. 10; De los Santos, m. 43, Simeone, m. 91, en el Atlético, y a Nadal, m. 31, y Nagore y Marcos, m. 91, en el Mallorca.
INCIDENCIAS:
Partido de la séptima jornada de liga, disputado en el estadio Vicente Calderón. Tres cuartos de entrada, 35.000 espectadores, aproximadamente. Llovió durante parte del partido y el terreno de juego estuvo resbaladizo

XISCO CRUZ. MADRID
Había generado una gran expectación el partido del morbo, pero acabó siendo un tostón, un encuentro plano. Ni hubo saludo entre los técnicos, ni hubo mucho fútbol. Más bien lo de siempre, la calidad de Ibagaza y el gol de Etoo, que igualó hasta que Jorge irrumpió por la guerra de los banquillos y metió un golazo de falta justo en los postres (2-1).

El Atlético tuvo una irrupción eléctrica por el partido. Empujado por el talento de Ibagaza, el grupo de Manzano se atrevió a pisar el área de Miki con dos llegadas por la orilla de Musampa, que siempre desequilibró. La raza de Simeone y la movilidad de Torres le daban a los colchoneros otro aspecto, más acicalado, más directo. El balón siempre circulaba por los pies de Ibagaza, y tenía mucho sentido, porque iba de izquierda a derecha con velocidad y criterio. Con todo, el Atlético se fue quedando sin presión como una gaseosa abierta, y el Mallorca se acomodó en el encuentro. A pesar de que la pelota era rojiblanca, los isleños se sentían seguros, porque ya habían intuído que Samuel Etoo iba a hacer daño al contragolpe.

Sin embargo, el equipo local golpeó primero gracias a la pegada de Torres, que había estrellado poco antes un balón en el cuerpo de Miki. El delantero madrileño se elevó en un golpe franco por encima de la zaga en una de sus mejores suertes (minuto 26).

El Mallorca sintió que la cita se le iba de las manos, y dio un paso al frente. Aguilera abortó un remate en el área chica de Etoo tras una entrega de Bruggink (minuto 29), pero poco después ninguno de los dos centrales pudo frenar al camerunés, que les ganó la espalda y superó la salida de Germán Burgos (minuto 37) tras un pase en profundidad de Campano. Los rojillos encontraban premio en la velocidad del africano, que encontró muchos espacios. El primer acto se cerró con un gol anulado a Torres, que volvió a rematar una jugada a balón parado.

Luis puso a Marcos sobre la arena en la segunda parte, y adelantó a Colsa para que se asociara con Etoo. Los baleares se apropiaron entonces del cuero, y el camerunés tuvo una gran opción justo en el arranque, cuando se apropió de un balón sin dueño y lo intentó colar por encima de Burgos. El Atlético replicó con un zurdazo de Musampa (minuto 57), pero por aquel entonces el Mallorca ya había logrado anestesiar el partido.

El choque se diluía a medida que avanzaban los minutos, porque los dos equipos empezaban a tener miedo a perder. La grada se irritaba cada vez que un jugador del Atlético perdía un balón, e Ibagaza se tuvo que retirar debido a unas molestias físicas. Con la marcha del argentino murió el juego, y sólo las carreras de Nano y la explosividad de Etoo azuzaban el encuentro, más bien rancio en su trayecto final. Con el reloj avanzando, el Mallorca tuvo varias opciones en las botas de Etoo y Stankovic, pero apareció Jorge. El canario, el perenne objeto de deseo del club rojillo, ejecutó de forma magistral un golpe franco cuando el partido ya estaba agonizando.

A pesar de que entró en la convocatoria y de que aparecía en el equipo inicial, Poli no pudo jugar ante el Atlético de Madrid. El lateral andaluz se resintió de unos problemas que padecía en el muslo izquierdo y se tuvo que retirar en pleno calentamiento, cuando los jugadores ya estaban a punto de marcharse a los vestuarios. Así, Javier Olaizola, que se encontraba peloteando con los suplentes, tuvo que ponerse el peto de los titulares e iniciar el calentamiento. El jugador donostiarra actuó como lateral izquierdo y además volvió a realizar las funciones de capitán.