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De la duda a la confianza. De las tinieblas de los albores del campeonato a la claridad de diciembre. De Jaime Pacheco a Luis Aragonés... El entrenador del Mallorca se encontró con el depósito físico bajo mínimos, la pizarra embalada en el armario y un vestuario desquiciado, con dos jugadores enfrentados públicamente y su estrella en rebeldía. Ocho semanas después, la felicidad se ha instalado en la caseta. El Mallorca ha dibujado una trayectoria ascendente y la pluma táctica deSabio de Hortaleza comienza a dar sus frutos. Las estadísticas confirman esas sensaciones que transmite el equipo en las últimas semanas. Sólo contabilizando los resultados de las cinco últimas jornadas, desde el pasado 29 de octubre, el Real Mallorca lidera esa clasificación parcial con 12 de los 15 puntos posibles, empatado con el Atlético de Madrid, aunque éste ocuparía la primera plaza por mejor diferencia de goles.

Aquel grupo que perdía gasolina y estilo en septiembre es ahora un conjunto crecido, un equipo capaz de ganar a cualquiera que ha tumbado de una tacada a Deportivo, Real Sociedad y Betis, tres equipos de postín. Luis inició su segunda etapa en la isla con dos derrotas consecutivas (2-1 ante el Atlético y 1-3 frente al Barça) que empujaron al Mallorca al abismo de la zona pantanosa. Pero el técnico ya había avisado en su presentación: «Necesitaré unas cuantos partidos para implantar mi estilo», aclaró. Dicho y hecho. Desde entonces, el Mallorca ha escalado siete posiciones en la clasificación, pasando de la penúltima plaza con 5 puntos en la octava jornada a la duodécima actual con 17 puntos. Los siete puntos que le separaban de la zona europea hace cinco semanas han quedado reducidos a sólo tres, apenas una victoria.

Con la única excepción del Atlético, el Mallorca le ha recortado puntos a todos sus rivales. En apenas cinco partidos, el grupo balear ha sumado cuatro puntos más que Real Madrid, Valencia y Barcelona, siete más que el Deportivo, diez más que el vigente subcampeón, la Real Sociedad, y ¡11 puntos más! que el Betis, a quien ya ha superado en la clasificación cuando en la octava jornada estaba catorce puestos y ocho puntos por debajo. El Mallorca escogió un escenario tradicionalmente esquivo para remontar el vuelo. El 0-2 de Riazor supuso algo más que una victoria. Fue el punto de inflexión para la escalada. Los goles de Etoo y Bruggink y, sobre todo, el extraordinario planteamiento táctico del técnico fue elogiado por todo el país y aclamado por los aficionados. Después, tras el tropiezo frente al Valencia, el equipo ha encadenado tres victorias consecutivas ante Murcia, Real Sociedad y Betis.