Florentino Pérez veranea en Mallorca desde hace muchos años. Su
barco tiene un lugar privilegiado en Puerto Portals y el presidente
del Real Madrid se escapa a la Isla siempre que puede. Pero esa
relación idílica que mantiene con Mallorca no tiene continuidad
cuando se enfrentan madridistas y bermellones. Y es que desde la
llegada de Florentino Pérez a la presidencia del club blanco, en
verano de 2000, el Mallorca se ha convertido en su «bestia
negra».
De los diez encuentros oficiales disputados entre ambos, el
Mallorca ganó cinco, tres acabaron en empate y sólo dos cayeron del
bando merengue: el 1-5 del anterior curso liguero en Son Moix y el
3-0 del pasado mes de agosto que le dio la Supercopa al Madrid.
En la primera campaña de Florentino Pérez, 2000-01, el Mallorca
fue el único equipo que ganó en el Bernabéu (0-2) y repitió triunfo
en Palma (1-0). En la siguiente temporada, ambos partidos
finalizaron en tablas: 0-0 en Chamartín y 1-1 en Son Moix. El
pasado curso, Mallorca y Madrid se vieron las caras en cuatro
ocasiones. En la primera, en Liga, el Madrid arrasó en la Isla
(1-5) en una tarde afortunada de Ronaldo y Raúl.
La siguiente cita fue en la Copa del Rey. El Mallorca empató 1-1
en el Bernabéu y goleó 4-0 en Palma. Y en el partido de la segunda
vuelta de la Liga, disputado en Madrid, el grupo entonces dirigido
por Gregorio Manzano apabulló a su rival y le devolvió el 1-5.
Esta presente temporada se enfrentaron en la Supercopa. El
Mallorca, con Pacheco en el banquillo, ganó 2-1 en Palma, perdió
unos días más tarde en el Bernabéu (3-0).
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