Samuel Etoo había sido el gran protagonista del vestuario
mallorquinista durante todas las navidades y ayer agrandó ese papel
sobre el terreno de juego de Montjuïc. El delantero africano, que
finalmente se vistió de corto pese a la amenaza de impugnación que
había lanzado la federación de su país, fue expulsado en el segundo
tiempo del choque ante el colista y dejó en inferioridad al equipo
para afrontar la recta final y buscar la hazaña del empate. El
atacante habló tras el partido y se empeñó en dejar claro que su
salida del campo había sido injustificada y que pretende jugar el
próximo partido de liga ante el Celta.
El cancerbero argentino fue uno de los futbolistas más acertados
del grupo balear y comentaba que «el partido estuvo marcado por el
primer gol de Tamudo y desde ese momento el Espanyol ha tenido una
confianza que no tenía y que nosotros deberíamos habernos encargado
de que perdiera».
Precisamente el pronombre está borroso y hasta hoy no se
conocerá el acta original. En caso de que diga «te parió»,
señalando al árbitro, será duramente sancionado. Si, por el
contrario, subraya «me parió», previsiblemente la suspensión caerá
en saco roto e incluso podrían anularle la tarjeta. En este
sentido, existe un precedente reciente con el delantero del Sevilla
Darío Silva.
El camerunés señaló que «yo soy el capitán y puedo ir a decirle
algo al árbitro porque es humano y también puede equivocarse.
Entiendo que él también falle, pero por eso debo decírselo ya que
llevo un brazalete y no estoy ahí porque me haya puesto el
ayuntamiento», lamentaba.
El futbolista, como viene siendo habitual, fue muy directo en
sus declaraciones y recalcó que «tengo que representar a mis
compañeros sobre el campo y me he dirigido al colegiado en todo
momento con respeto. Si con el árbitro no se puede hablar, ya está;
la próxima vez no hablaré. Lo que es seguro es que yo no le he
insultado en ningún momento y no tendría por qué haberme
expulsado», replicaba el jugador a su salida del túnel de
vestuarios. El delantero africano detalló que «ya se verá quién
tiene la razón y explicó que había visto la roja de forma directa
aunque con anterioridad ya habíá visto una amarilla.
El delantero se mostró muy molesto cuando se le preguntó qué
podría pasar con los que iban a afirmar que se había autoexpulsado
y su respuesta fue contundente: «que se vayan a tomar por el culo».
Samuel volvió a redundar en sus explicaciones alegando que «he ido
a protestar por una falta que habían cometido sobre mí y como llevo
el brazalete es normal que vaya a hablar con él para pedirle una
justificación. Hasta día de hoy no me habían expulsado y ya me
había dirigido a él en un par de ocasiones, pero no volveré a
hacerlo más», recordaba bajo evidentes signos de enfado.
Lo que sí resultó sorprendente fue la reacción del jugador
cuando se le interrogó acerca de su futuro inmediato y por la fecha
de su regreso para incorporarse al grupo. El camerunés afirmó
entonces que «tengo que hablar con el míster, pero yo quiero jugar
el próximo encuentro. Espero que este señor -por el colegiado- se
dé cuenta de que no le he faltado y que finalmente no me
sancionen». Para prevenir un posible aluvión de críticas sobre su
figura, el punta relataba que «yo creo que esta semana no he hecho
nada y que por lo tanto, espero que no pase nada».
El punta insistió en que todo lo que ha sucedido a lo largo de
los últimos días no ha afectado a su rendimiento y que la polémica
generada en torno a su federación no influyó en absoluto en su
expulsión. «¿Una semana difícil? En el tema de Camerún yo no he
tenido nada que ver y no es justo decir que he tenido una semana
complicada. Eso ocurrirá si finalmente no puedo jugar el
sábado».
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