Martín Ligüera ya conoce oficialmente que su futuro en el Real
Mallorca tiene fecha de caducidad. Luis Aragonés le comunicó ayer
al centrocampista uruguayo que no cuenta con él, que será el
extranjero sacrificado para dar de alta al inminente fichaje del
serbio Andrija Delibasic. La noticia no le pilló por sorpresa a
Ligüera, que era consciente de su delicada situación en la entidad.
El futuro del internacional uruguayo, que se podría despedir hoy
mismo de sus compañeros, podría estar en un conjunto de la Serie A
italiana que lucha por mantener la categoría. Si las negociaciones
con este club no fructifican, podría regresar a su club de origen,
el Fénix.
Aquí acaba la frustrada relación de Martín Ricardo Ligüera
(Montevideo, 1980) con el Real Mallorca. Su fichaje taponó la
hemorragia abierta tras la marcha de Ariel Ibagaza. El club le
presentó como uno de los jugadores con más futuro de Sudamérica. Su
tarjeta de presentación -en Primera desde los 15 años, indiscutible
con Uruguay y uno de los máximos goleadores del año- le señalaban
como el buque insignia del proyecto Cursach, el sustituto ideal
deCaño. Apenas unas semanas después, el nombre de Martín Ricardo
Ligüera ya comenzaba a estar bajo sospecha. Ahora, con el serbio
Andrija Delibasic a punto de firmar, tiene las puertas de salida
abiertas de par en par.
La frustrada aventura de Ligüera en el Real Mallorca, si se
confirma de forma definitiva el fichaje del delantero del Partizán,
se resumirá en 187 minutos de juego repartidos en cinco partidos
oficiales, uno de Liga, otro de Copa del Rey y tres de la Copa de
la UEFA, y un gol. El uruguayo abrió su brevísima etapa el pasado
21 de septiembre. Días después de regresar de Uruguay, donde
disputó dos partidos clasificatorios para el Mundial de
Alemania'06, Martín Ligüera se estrenó oficialmente con la camiseta
bermellona.
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