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Toni Manresa, Taconer, era el hombre más feliz del mundo tras reencontrarse con los suyos después de superar una de las pruebas más difíciles que la vida de un deportista puede hallar. El piloto natural de Calonge ha hecho historia al ser el primer mallorquín en completar el París-Dakar -si se tiene en cuenta que Felip Beltrán y Emilio Rodríguez disputaron el Dakar-El Cairo-, y además logrando ser el primer español en la categoría de camiones, merced a un puesto 13º que certifica el excelente trabajo del equipo Pro-Motor.

Junto a Pep Vila y Moi Torrallardona volverá a desafiar al desierto en la edición de 2005, aunque ahora sólo pasa por su mente recuperar fuerzas y empezar a perfilar nuevos proyectos. Más de un centenar de amigos y aficionados acudieron a Son Sant Joan para brindar a Manresa un recibimiento a la altura de un logro sin parangón.

Manresa admitió que «la peor etapa es ésta, corta pero dura. Sabía que vendrían algunos amigos, pero no esperaba a tanta gente». Las experiencias acumuladas tras diecisiete etapas son incontables, y convertían cada final de etapa en una victoria parcial. «Acabar cada etapa suponía una pequeña victoria. Cuando llegas al Lago Rosa lo ves cerca, pero la última etapa es dura. De hecho, muchos no pudieron acabar en la misma playa de Dakar. Pero cuando acabas, el sentimiento es indescriptible», afirmó el artífice del éxito de Pro-Motor al mando de un camión Man LE 18.280, y que el próximo sábado será homenajeado por sus vecinos en el salón parroquial de Calonge.