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Rafael Nadal tiene en su teléfono móvil 51 llamadas perdidas. No da a basto. Teme responder porque si lo hace todo el dinero que ha ganado hasta ahora en el Abierto de Australia puede esfumarse, y además quiere concentrarse al máximo para el partido contra Lleyton Hewitt a quien considera «un ganador nato», tanto como él mismo.

-Usted se ha convertido en una atracción también, pero como vive ese duelo, ¿le afecta tanto como para no poder dormir por ejemplo?.
-De momento no hay tanto jaleo como el año pasado en Wimbledon o en Montecarlo, y la gente y yo mismo lo estamos asumiendo como algo más normal. Es tercera ronda y estoy muy ilusionado, y se que saldré a la pista para hacer lo máximo pero sabiendo que él es un ganador nato, pero espero también serlo yo, porque normalmente lo soy. Nervios no tengo ninguno, si acaso por salir allí y no hacer el ridículo pero se que eso no pasara, porque estos partidos son los que me gustan.

-¿Cómo ha pensado plantear el encuentro, alguna táctica especial, algo nuevo que cause sensación?.
-En principio intentaré sorprenderle un poco, sacarle de su juego habitual, romperle el ritmo con bolas altas para entrarle luego con mi derecha, porque se que si caigo en su esquema de pasar bolas él tiene más físico y está más acostumbrado a jugar así.

-¿Qué destaca fundamentalmente de su adversario?.
-Fundamentalmente su cabeza, las ganas que le pone siempre para ganar y toda la ilusión que muestra. Sin tener el juego de un Federer o de un Roddick, Hewitt ha quedado dos años como número uno del mundo y estoy seguro que este año volverá a quedar entre los cinco primeros.

-Hace cuatro años Hewitt endosó un 6-0, 6-0 y 6-1 a Alex Corretja en esa pista. ¿Cree posible un resultado así contra usted mañana?.
-Todo se puede dar, pero no se si sería más dramático esto o que yo le ganase, y hay menos posibilidades que él me gane a mi por ese resultado que yo le gane a él. El tiene su motivación extra del público, pero eso significa también presión porque jugará con un chico de 17 años, aunque ya me conocen y tienen asumido quien soy yo.

-¿En su niñez tuvo ídolos, se fijaba por ejemplo en Hewitt?.
-Nunca he tenido ídolos ni tampoco he tenido referencias, solo intento trabajar en lo mío y fijarme en lo bueno de los demás. De él siempre me he fijado en su actitud, en su manera de luchar, por ejemplo no le veo ningún inconveniente a su forma de actuar en la pista. Se que lo siente y para el espectáculo del tenis creo que esto es bueno. Tampoco es bueno ver a un jugador que solo golpea la bola. Si haces un poco de espectáculo como él, para el público no es malo. McEnroe tiraba la raqueta y era un ídolo. Creo que a la gente le gusta ver a un jugador que tiene tanta ilusión por ganar un partido y lo pone todo en la pista.