MALLORCA B: Moyà (*), Camacho (*), Campos (**), Ramis (*), José (*), Zazo (*), Moreno (*), Elías (*), Luciano (-), Enric Pi (-) y Ernesto (-).
Cambios: Rogerio (*) por Enric Pi y Javi (*) por Ernesto.
GIMNÀSTIC DE TARRAGONA:Felip (*), Marco (*), Lusarreta (*), Serrano (*), Vaqueriza (*), Jonathan Torres (*), Sukia (*), Codina (**), Abel B. (*), Alfonso (*) y Pinilla (-).
Cambios: Gerard Bordas (**) por Sukia y Manolo Martínez (-) por Pinilla.
Àrbitro: García Pulido (-). Amonestó a los futbolistas locales Jose y Moreno y a los visitantes Vaqueriza y Gerard.
Carlos Román
El filial engordó minimamente su casilero de puntos ante un cualificado rival que paseó su indolencia por el tapete del Lluis Sitjar. El conjunto de Toni Cazorla sigue sin poder conectar dos victorias consecutivas, pero teniendo en cuenta su desgraciado estado de salud, la lectura del encuentro es positiva. El Nàstic, uno de esos equipos construidos para habitar en la cima de la tabla, firmó una actuación decepcionante y se permitió la licencia de errar un lanzamiento de penalti que hubiera desequilibrado el signo de la confrontación. Antes y después, el Mallorca B también manejó opciones para adelantarse, pero sus carencias en ataque siguen siendo importantes y le interrumpen una carrera ascendente.
La primera mitad se convirtió en un muestrario propio del juego de la categoría, repleto de contundencia, balones largos y mínimas concesiones defensivas. Aún así, se propiciaron las llegadas aisladas a una y otra área aunque la mayoría de ellas fueran inocuas.
Las mejores bazas del filial pasaron siempre por el argentino Luciano, pero su cuota de acierto estuvo siempre bajo mínimos. Un remate suyo tras un rechace capturado por Ramis y un testarazo a centro de Elías que se marchó por encima de la portería (minutos 30 y 33) fueron lo más destacado de un grupo que se mostró en todo momento disciplinado pero que no contó con la pegada necesaria para salir del paso. El Nàstic tampoco había ofrecido nada aprovechable y todo su balance en el primer acto se redujo a un peligroso testarazo de Sukia (minuto 36).
El técnico visitante, Jordi Vinyals apretó las clavijas de su equipo tras el descanso, movió el banquillo y reforzó el medio campo además de añadir velocidad por los flancos. Los cambios surtieron efecto y los catalanes asumieron el gobierno del choque para meter el miedo en el cuerpo del filial.
En el minuto 56 se produjo una de las acciones más polémicas del encuentro. Un disparo malintencionado desde la frontal fue repelido por Moyà y su rechace lo alojó en la red el debutante Jonathan Torres. Por fortuna para los baleares, García Pulido invalidó el tanto y provocó un aluvión de protestas. Ahí no se acabó el suspense. Trece minutos más tarde, el mismo colegiado concedió un penalti a los foráneos, que Manolo Martínez envió a la grada. El Mallorca B contuvo y ejecutó alguna que otra salida a la contra, pero Luciano volvió a fallar (min.75) y Moyà tuvo que responder a una internada de Gerard (91) para conservar el punto.
LO MEJOR: El punto sumado
LO PEOR: La falta de gol
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