Edu Moya, Delibasic y Nené festejan el tercer gol del Mallorca, obra del jugador braslieño. Foto: Félix Ordóñez

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1 ZARAGOZA: Laínez; Rebosio (Jordi Ferrón, min.58), Milito, Alvaro, David Pirri; Ponzio, Cuartero (Corona, min.65), Cani, Martín Vellisca (Iñaki, min.58); Yordi y Villa.
3 MALLORCA: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Niño, Poli (Edu Moya, min.54); Colsa (Marcos, min.63), Nadal; Finidi, Correa (Bruggink, min.39), Nené; y Delisbasic.
GOLES:
0-1. min.40. Delibasic.
0-2. min.43. Bruggink.
1-2. min.66. Ponzio
1-3. min.92. Nené.

ÀRBITRO:
Pérez Lasa, del Colegio Vasco. Amonestó con tarjeta amarilla al visitante Edu Moya.

INCIDENCIAS:
Partido disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 28.000 espectadores. Debutó con el Real Mallorca en la liga española el serbio Andrija Delibasic.

XISCO CRUZ. Zaragoza
Dijo Luis Aragonés que Delibasic tenía buena pinta, y no se equivocó. Amparado en un lenguaje internacional, el del gol, el delantero serbio ha tenido suficiente con un par de entrenamientos y una precoz puesta en escena en Zaragoza, para salir del anonimato. Primero con un escorzo que delata sus condiciones para el remate, y luego con un servicio milimétrico a Bruggink a poco del cierre del primer acto. Eso le bastó al Mallorca para volver a llenar la mochila de buenas noticias, porque hacía tiempo que estaba vacía. Los goles del delantero yugoslavo y la verticalidad de Nené dispararon ayer a un equipo que empezaba a notar el sudor en la frente que producen las derrotas (1-3). Se anunciaba un partido físico, casi plano, porque Aragonés y Víctor poblaron el círculo central de futbolistas con escasa capacidad para la organización. La pelota sufría cada vez que alcanzaba a Nadal, Cuartero o Ponzio, jugadores de idéntico perfil y que convirtieron el arranque de la cita en un tostón. Mallorca y Zaragoza no andan sobrados de puntos, y las urgencias provocaron un partido de fútbol directo. El balón se peleaba metro a metro, palmo a palmo, y cada posesión era una cuestión bélica. Por eso sólo las irrupciones de los hombres de banda, principalmente Nené y Cani, iluminaron el primer acto. El aragonés fue un puñal por su flanco y un buen pasador para Villa, que se movió con criterio entre los dos centrales bermellones, y el brasileño fue el más vertical de los isleños. Suya fue la mejor opción de marcar, tras una jugada en la que tiró un par de quiebros y en la que largó un zurdazo que acabó en los guantes de Lainez (minuto 15).

El Zaragoza se amparaba en la solvencia en el juego aéreo de Yordi, que se acercó al gol en un saque de esquina en el que conectó un escorzo que se estrelló en Villa (minuto 20). Pero poco más. Todo era muy denso, porque la zona de creación estaba cortocircuitada y el balón apenas tenía propietario. En esas, Aragonés decidió enviar a la caseta a Correa, y entonces todo cambió. Bruggink le dio algo más de movilidad al Mallorca, que empezó a manejarse con mayor frecuencia por territorio aragonés. Nené seguía desbordando por su orilla y Delibasic era una pesadilla para Milito, que sufría con la velocidad del serbio. El equipo de Aragonés tenía otra pinta y pronto le arreó al Zaragoza. Fue en un saque de esquina ejecutado por Nené desde la izquierda; Delibasic se alzó por encima de los centrales y su cabezazo acabó en la red (minuto 41). Los maños acusaron el golpe y durante un par de minutos bajaron los brazos, justo lo que tardó el Mallorca en atizarle de nuevo. El serbio enganchó un contragolpe por la derecha, envió al centro y encontró a Bruggink, que llegaba desde atrás para dejar el partido cuesta abajo (minuto 43). El Mallorca había encontrado petróleo en la insistencia de Delibasic, que echó la persiana al partido poco antes de alcanzar el descanso.

El Zaragoza apareció por el segundo tiempo con otro aspecto. En apenas dos minutos ya le habían anulado un gol a Villa a la salida de un córner, y Cani punzaba mucho más por la derecha. Luis Aragonés se dio cuenta de que la banda izquierda tenía fugas y trató de sellarlas con la entrada de Edu Moya. El acelerón inicial del conjunto aragonés dio paso a minutos de tanteo y el partido se atascó con los cambios. Víctor Muñoz también había movido pieza en busca de algo que metiera en el encuentro; incluyó a Iñaki y a Ferrón en la derecha para ganar en profundidad y dispuso a Corona como lanzador en el centro del campo. Y pronto el choque se alteró; Ponzio se encontró con una pelota rechazada en la frontal y su lanzamiento, tras repeler en Lussenhoff, acabó en la red (minuto 66). El gol le dio vida al Zaragoza, que se lanzó a tumba abierta a por el empate. El Mallorca pasaba por sus peores momentos, porque los maños habían dado un paso al frente y el peligro ya era tangible. Además, daba la sensación de que los rojillos habían agotado su munición, porque no había noticias de Finidi por la derecha y Bruggink ya no conectaba con Delibasic. Sólo las zancadas de Nené denunciaban que los rojillos seguían en el partido, pero el brasileño apenas encontraba socios en ataque. El grupo balear empezaba a caminar sobre un alambre, porque ya había decidido refugiarse en torno a Leo Franco y el Zaragoza insistía. Bruggink retrasó algo su posición para jugar junto a Nadal y Marcos. Buscaba la pelota, elemento indispensable para tratar de anestesiar el partido y dormirlo definitivamente. El Mallorca tiraba de experiencia y el partido se iba consumiendo, mientras el Zaragoza seguía sin encontrar una vía que le permitiera llegar a la portería insular. O el encuentro se equilibraba, o llegaba el tercero, porque los locales se habían suicidado y los espacios en su defensa eran mayúsculos. Y llegó el tercero en un balón cruzado de Cortés -que había lanzado una contra- que Nené transformó en gol de tiro cruzado. Máxima rentabilidad.

Gonzalo Colsa dio el susto. El centrocampista cántabro se tuvo que retirar mediada la segunda parte debido a un golpe, siendo sustituido por el mallorquín Marcos Martín, que formó pareja con Miquel Àngel Nadal en el doble pivote. En principio, la lesión de Gonzalo Colsa no es grave y podrá estar en condiciones de jugar el próximo domingo ante el Athletic de Bilbao en el estadio de Son Moix. De cara al compromiso ante el conjunto bilbaíno, Luis Aragonés recuperará al centrocampista navarro Txomin Nagore, ausente ayer por acumulación de amonestaciones.