Toni Colom y Vicenç Reynés representan esa juventud que con el paso
de los años ha resultado ser una de las cartas ganadoras de Unzúe y
Echávarri. En su día, el laureado tándem navarro apostó por algunos
de los que hoy son principales referentes del ciclismo español, y
los resultados están sobre la mesa para certificar que su instinto
no les suele engañar. Pero en este caso, los dos profesionales
mallorquines disponen de una oportunidad única para demostrar su
valía en el pelotón y dan un salto enorme en sus aspiraciones con
su incorporación al Illes Balears-Banesto.
Ambos serán las referencias locales en la Challenge y parten
como serios aspirantes a subir a lo más alto del cajón. Para ello
se han estado preparando durante el largo invierno, un período en
el que sus vidas deportivas han experimentado cambios radicales. El
destino parecía querer unirles en las filas del La Pecol portugués,
pero sus caminos se han encontrado en un lugar soñado por todos los
corredores que inician la dura senda por el profesionalismo, un
grupo deportivo que atesora seis Tours, dos Giros, tres Vueltas y
un sinfin de éxitos a lo largo de más de dos décadas en las que ha
redactado las páginas más brillantes del deporte del pedal.
Colom es el más experimentado. Con 25 años, el de Bunyola es el
último mallorquín en haber ganado una prueba de una semana -Vuelta
a Andalucía'2002- y, pese a no haber rendido a pleno nivel, la
pasada temporada obtuvo resultados destacados en carreras de
contrastada categoría. En la Challenge tiene una espina clavada,
aunque ha logrado inscribir su nombre en el Premio la Montaña. Pero
Toni Colom se muestra cauto, pues sabe lo mucho que hay en juego en
esta nueva etapa profesional.
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