Guillermo Pereyra sujeta la camiseta del Mallorca en una imagen captada en su presentación como nuevo jugador balear. Foto: JAUME MOREY.

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Guillermo Ariel Pereyra estrechó la mano de Mateo Alemany y no dudó en sonreir a la cámara. Atrás quedaban dos intensos meses de gestiones y la insistencia del Wolfsburgo de D'Alessandro, Klimowicz y Quatrocchi, que ha pujado hasta el último minuto para incorporar al pivote de River Plate. El «Guille» -diminutivo con el que es conocido en Argentina- jugará finalmente en el Mallorca, con el que ha rubricado un contrato de larga duración -lo que resta de temporada y cuatro años más. Con este centrocampista de River Plate, el club balear da por cerrado el capítulo de incorporaciones y el agetreo que ha registrado su primera plantilla durante las últimas semanas. Finidi George, Edu Moya, Andrija Delibasic y Guillermo Pereyra han entrado; Jovan Stankovic y Martín Ricardo Ligüera han tenido que salir y buscan equipo.

El Mallorca, que ha pagado al club millonario una cantidad cercana a los 2 millones de euros, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del mercado invernal, que expiró a las 20.00 horas de ayer con 97 movimientos en total, según los datos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En su comparacencia ante los medios, el Alemany admitió que la contratación de Guillermo Pereyra ha sido laboriosa y que su llegada obedece a «un gran esfuerzo colectivo entre los directivos del River, su representante y nosotros para cerrar la operación; por ello, estoy francamente satisfecho de incorporar a un jugador importante». El mandatario balear añadió que el fichaje de Pereyra «es una inversión segura ya que viene de uno de los grandes equipos del mundo, en el que ha sido titular indiscutible. Ha hecho un esfuerzo importante para estar con nosotros y ha rechazado ofertas superiores para jugar en la Liga española con el Mallorca».

Nacido en la localidad de Río Cuarto, en Córdoba, el Guille, de 24 años de edad, mide 1,83 metros, está considerado el sucesor deNegro Astrada -actual entrenador de River Plate- en el conjunto bonaerense. Pereyra reúne las cualidades del clásico «5» argentino, bien dotado para la recuperación y con cualidades para portar la brújula. Seguidor de Belgrano y admirador del ex madridita Fernando Redondo, Pereyra de butó en Primera en septiembre de 1.988, cuando tenía 18 años. En su palmarés destacan los tres torneos Clausura en el campeonato argentino en los años 2000, 2002 y 2003, y uno de Apertura, en 1999. Asimismo, ha sido internacional por Argentina con las selecciones Sub'17, Sub'21 y Sub'23. El último refuerzo balear, que el domingo presenció en Son Moix la derrota del Mallorca ante el Athletic Club (1-3), aseguró que no advirtió grandes diferencias con el fútbol que se practica en Argentina. «Allá hay más roce y no creo que tenga inconvenientes para adaptarme lo más rápido posible. ¿Si debutaré el domingo en Sevilla?. Si por mi fuera hubiera jugado ante el Athletic (bromeó). De todas formas -añadió más reflexivo-, eso lo decidirá el técnico y el preparador físico, aunque estoy con ganas y en disposición de jugar».