Nagore y Edu Moya tendrán su ocasión en Sevilla

Carlos Román06/02/04 0:00

Dos novedades importantes y un cambio de posición. Son las variaciones que prepara Luis Aragonés en la alineación del Mallorca de cara a la visita del domingo al Sánchez Pizjuán de Sevilla. El partido sorprende a los dos equipos en una situación incómoda y ante la importancia del mismo, el técnico no tiene pensado alterar demasiado el once de salida. Lo más destacado será el estreno como titular de Edu Moya. El defensor extremeño ocupará el lateral derecho en sustitución del lesionado David Cortés y tendrá la ocasión de disfrutar de una oportunidad para ir asentándose en el grupo. Aragonés ya le ha demostrado su confianza en las anteriores jornadas y si no se produce ninguna novedad importante, desplazará a Javier Olaizola como la primera opción en la banda ante las bajas.

Nagore también volverá a jugar de inicio en el círculo central y lo hará en compañía de Gonzalo Colsa. Luis retrasará la posición de Nadal para devolverle a su hábitat natural y el de Manacor reaparecerá en el centro de la defensa junto a Fernando Niño. Lussenhoff será el gran perjudicado de la derrota ante el Athletic y saldrá del once inicial, mientras que la última adquisición del plantel, el argentino Guillermo Pereyra, verá comenzar el encuentro desde el banquillo y podría disponer de sus primeros minutos a lo largo del segundo tiempo. Aragonés también dejó claro que no trasladará al estadio hispalense la prueba que había realizado el día anterior con el central Iván Ramis y el canterano no tendrá presencia en el bloque bermellón.

El entrenador del Sevilla, Joaquín Caparrós, admitió ayer su preocupación por la situación liguera de su equipo, que se halla a sólo cinco puntos del descenso, por lo que adelantó que no hará rotaciones ante el Mallorca. Caparrós admitió que a sus jugadores les costará centrarse en la Liga cuando acaban de jugar la ida de las semifinales de la Copa ante el Madrid y destacó que «en el partido del domingo no valen reservas. Sabemos que no nos sobran los puntos y, por eso, hay que ir con el higadillo en la mano».