De esta manera, las semifinales del próximo miércoles opondrán a
Nigeria con el conjunto anfitrión, Túnez, y a Marruecos con Mali,
uno de los equipos que mejor sensación ha mostrado en el
torneo.
En Montastir, Nigeria volvió a ganarse el apelativo de las Súper
Aguilas al saldar de un plumazo viejas deudas y acabar con el
reinado de Camerún, los leones indomables en esta oportunidad que
no podrán conseguir su tercer título consecutivo de Àfrica.
Los cameruneses se adelantaron en el marcador al conseguir
Samuel Etoo su primer tanto del torneo, tras recibir del ex
madridista, ahora en el Chelsea, Geremi Njitap. El delantero se
reincorporará esta semana a la disciplina del Real Mallorca.
Nigeria, campeona de Àfrica en 1980 y 1994, tendrá ahora otro
duro compromiso en semifinales, puesto que intentará frenar las
ilusiones del conjunto anfitrión, Túnez, que eliminó el sábado a
Senegal, vigente subcampeona.
En el último encuentro de cuartos, Marruecos sobrevivió a un
tenso y equilibrado derbi ante Argelia, que pareció tener el
partido ganado pero que se topó con la fe y la pegada de los de
Zaki Badou.
En la prórroga los leones del Atlas se mostraron más frescos y,
con la moral de haber empatado al final, fueron superiores.
Youssouf Hadji, del Bastia, desequilibró el marcador y Jaouad
Zairi, del Sochaux, sentenció con el resultado final de 3-1.
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