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Efe|CESENATICO (ITALIA)
Cesenatico, la localidad de residencia de la familia Pantani, en representación de toda Italia, despidió con un multitudinario adiós a Marco Pantani, el «Pirata», que ayer por la tarde fue enterrado, en una emotiva ceremonia fúnebre que reunió a gran parte del mundo del ciclismo. Al acto además, asistieron cerca de 20 mil personas que quisieron darle el último adiós al campeón transalpino. Los funerales se desarrollaron en la iglesia de San Giacomo, que se quedó pequeña ante la avalancha de personas que acudieron para estar presente en el adiós al «Pirata».

Y eso que, por expreso deseo de la familia, en la iglesia tan sólo pudieron estar presentes los familiares, amigos y allegados al difunto. Entre ellos, estuvieron representantes de todos los sectores del mundo del ciclismo internacional, como todo el plantel del «Mercatone Uno». Pantani dejó escrita una carta a su familia en la que reconoce que había sido humillado «por nada» y muestra su esperanza de que su historia sirva de ejemplo para los deportistas.

«He sido humillado por nada. Durante cuatro años estoy en todos los tribunales, el ciclismo ha salido perjudicado y muchos jóvenes han perdido la esperanza en la justicia», son sus palabras leídas por Manuela Ronchi. «Me estoy hiriendo para que el mundo se dé cuenta de que todos mis colegas han sufrido humillaciones con cámaras escondidas», dice Pantani. Pantani, asimismo, confiesa «haber fallado».