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El Mallorca busca su rehabilitación en el escenario más adverso. Los números señalan El Sadar como un estadio tradicionalmente maldito y a Osasuna como un rival casi imbatible cuando juega como local. El grupo isleño jamás ha ganado en Pamplona en partido de Primera División, ha perdido en nueve de sus once visitas y sus mejores resultados son dos insulsos empates a cero, en las temporadas 1986-87 y la 2002-03. Pero el dato más deficiente apunta al bagaje ofensivo. Y es que el Mallorca no celebra un gol en tierras navarras desde hace más de 40 años, en concreto desde la temporada 1962-63, cuando perdió 4-1. Osasuna, por contra, ha marcado cuatro goles en cuatro ocasiones, ganando por la mínima en el resto.

La peculiar historia negra del Mallorca en Pamplona comenzó a escribirse en la temporada 1961-62, la segunda del conjunto isleño en la máxima categoría. Aquella primera visita se saldó con una contundente derrota (4-1). Ese resultado se repitió en la visita posterior y, desde entonces, el cero ha presidido el casillero mallorquín en El Sadar.

En la década de los 80, el Mallorca visitó Pamplona en cuatro ocasiones y en todas ellas salió con el mismo resultado: 1-0. En la primera etapa de Luis Aragonés en el banquillo balear, el Mallorca sufrió su séptima y última derrota de aquella temporada. Un gol de Armentano al inicio del segundo tiempo tumbó al grupo isleño, que tras esa cita encadenó cinco victorias consecutivas. El encuentro estuvo marcado por la lesión de Germán Burgos.