Palma albergará una eliminatoria de la Copa Davis histórica

Un día antes de que Rafael Nadal debutará en Copa Davis midiéndose al número uno de la República Checa, Jiri Novak, Pepote Ballester viajó a Barcelona para comunicar a la Federación Española el interés del ejecutivo balear para organizar la eliminatoria de cuartos de final. El proyecto inicial fue construir las pistas en los terrenos colindantes al hospital de Son Llàtzer y la eliminatoria se convertiría en la primera piedra para impulsar un nuevo complejo deportivo. Los problemas que tuvo la Federación Española en las semifinales del año pasado en Málaga -murió un trabajador- mientras se construían las gradas supletorias provocó que el proyecto balear tuviera que decantarse por la plaza de toros. Palma de Mallorca continuaba siendo la gran favorita y, sólo Jerez de la Frontera amenazó la elección de la candidatura isleña.

La irrupción de Alicante el pasado martes provocó que la decisión de la Federación se dilatara hasta ayer -debe entenderse como un simple gesto de cortesía-, aunque pocos dudaban de que el España-Holanda se jugaría en la Isla. La Federación Española se decantó por la candidatura de Palma de Mallorca por dos motivos principalmente. Primero, porque mostró un gran interés desde el primer momento. Y segundo, porque el ejecutivo se ha comprometido a continuar con el proyecto de Son Llàtzer y construir tres pistas en estos terrenos. Habrá dos de tierra batida y una tercera de la superficie que elijan Moyà y Nadal. El Govern Balear va a tener que hacer frente al canon de 300.000 euros y el Coliseo Balear adquirirá la forma habitual de cuando se disputaba el Mallorca Open.