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Xisco Cruz|MOSCÚ
Si una ciudad desprende aroma a ajedrez esa es Moscú, aula de grandes talentos. Cuna de extraordinarios jugadores asociados a este deporte, la capital de Rusia se ha convertido en el mejor escenario posible para que Calvià abriera su persiana al mundo. Ayer una delegación del Ajuntament presentó en el prestigioso Torneo de Aeroflot la 36ª edición de la Olimpiada, que se celebrará en el municipio mallorquín del 14 al 31 del próximo mes de octubre.

En un marco incomparable y ante un buen puñado de los mejores ajedrecistas del planeta, Calvià movió pieza. El director de la Olimpiada, Antoni Rami, se dirigió justo antes del inicio de las partidas a los más de 700 participantes en el Torneo de Aeroflot; lo hizo para invitarles a que se desplazaran a Calvià y formaran parte activa del evento, participando o simplemente presenciando la Olimpiada o alguna de las actividades del Calvià Chess Festival. La delegación del comité organizador compuesta por Antoni Rami -director de la Olimpiada- , Santiago Andreu -presidente de la Federación Balear de Ajedrez- y Juan Waelder -director de comunicación del Ajuntament de Calvià-, aprovechó el acto de presentación para distribuir entre jugadores y público 2.500 folletos promocionales de la Olimpiada de Calvià 2004 y el Calvià Chess Festival, editados en ruso especialmente para el evento que se celebra en el Hotel Rossija.

Una de las atracciones de la puesta de largo de la Olimpiada en Moscú fue «Peonín», la mascota del campeonato y que fue uno de los grandes reclamos de los ajedrecistas en la tarde de ayer. Por otra parte, la comitiva también rindió visita al Club Central de Ajedrez de Moscú, lugar en el que maduró el joven Gary Kasparov a las órdenes de Botvinnik y por el que han pasado una amplia nómina de campeones mundiales soviétivos y rusos.