TW
0
FC BARCELONA 80
REAL MADRID 79

FC BARCELONA (22+25+16+17):Sada (2), Navarro (21), Bodiroga (15), Varejao (14), Femerling (6) -cinco inicial-, Rodríguez (0), De la Fuente (9), Dueñas (7) y Drejer (6).

REAL MADRID (29+22+9+19):Bennett (21), Herreros (5), Stojic (2), Fotsis (15), Kambala (26) -cinco inicial-, Burke (1), Mumbrú (8) y Núñez (0).

Àrbitros:Ramos, Martín Bertrán y Conde. Sin eliminados.

Jorge Muñoa|SEVILLA

Una falta de Rodrigo de la Fuente sobre Antonis Fotsis cuando el griego iba a lanzar un triple a falta de ocho décimas de segundo desató la tormenta en el clásico de la Copa porque los árbitros le dieron dos tiros en vez de tres, justo con el marcador en 80-77, y truncaron la posibilidad del empate. El Real Madrid se encontró a sí mismo, ahora sabe a lo que juega, confía en sus fuerzas. Por contra, los barcelonistas albergaban dudas, se les notaba en la cara, y transmitían menos frescura. El 6-16 del minuto cinco confirmaba todo lo anterior. La consistencia madridista saltaba a la vista. Bennett, Kambala y Fotsis, le llevaron en volandas durante el primer cuarto, pero el Barcelona tuvo la fortuna de encontrarse con Varejao en estado de gracia.

Bennett devolvió al Real Madrid los diez puntos de ventaja al poco de empezar el segundo cuarto (22-32), pero de nuevo paró ahí. Juan Carlos Navarro tuvo gran parte de responsabilidad en que así fuera. La zona madridista le abrió camino para alargar su estadística hasta los quince tantos -cinco hasta entonces- y, entre eso y el descanso de Bennett, la ventaja madrileña desapareció casi entera. Enseguida surgió otra circunstancia que el Madrid no hizo pagar convenientemente a su rival. El Barcelona necesitó cuatro minutos y medio para anotar sus primeros puntos del tercer cuarto, pero es que los madridistas sólo hicieron dos a través de Kambala. Insuficiente para que nadie lamente una sequía prolongada.

Poco a poco, casi sin notarlo, el aplomo que irradiaban los blancos fue cambiando de camiseta. El holandés Christian Drejer lo puso todo de golpe en manos del Barcelona con dos triples. El primero empató la contienda (59-59 m.28); el segundo la llevó al lado de los suyos (62-59). Era el momento de Bodiroga. Dos balones movidos hasta encontrar las manos de Kambala en la pintura, alguien que por fin busca el aro en carrera y de nuevo la incertidumbre (71-72 m.36). Los tiros libres la rompieron en medio de aciertos y errores producto de los nervios y la tensión. Ahí el Barcelona llevaba las de ganar y ganó, ajustado y con polémica, pero ganó. La falta sobre Fotsis para todo el Madrid, y para muchos más, debió ser castigada con tres tiros libres. No con dos. Error grave.