El Club Deportivo Manacor se aproxima al final de un ciclo. Después
de que su presidente, Pere Sureda, confirmara hace algunos días su
intención de abandonar la presidencia del club -un hecho que se
hará efectivo el próximo día 15 de este mismo mes-, la entidad de
Na Capellera se asoma a una obligada reestructuración de su
organigrama directivo. La salida del dirigente pone fin a un
trayecto de cuatro temporadas marcadas en todo momento por un
discurso carente de estridencias sobre el que se han edificado
todas sus aspiraciones.
Sureda se marcha, pero extrae un balance positivo de su estancia
en la poltrona del club rojiblanco y advierte de que su salida no
se corresponde con un abandono, ya que «seguiré estando cerca del
equipo para ayudarles siempre que me necesiten». Sureda, que antes
de iniciar su periplo en la presidencia ejerció dos campañas como
vicepresidente, afirma que «el trabajar cada día bajo un nivel de
exigencia como el que requiere el Manacor puede llegar a hacerse
duro, ya que afrontar las situaciones diarias a las que se somete
un club precisa mucha decicación».
El gestor rojiblanco asegura además que ha fijado un margen de
dos semanas antes de concretar su marcha para que «haya tiempo de
formar una junta gestora, que será la que más adelante decidirá
cómo queda establecido el próximo equipo directivo». Pere Sureda
reconoce también que «es importante saber dejar paso a los que
vienen detrás, ya que a veces la entrada de nueva gente se traduce
en ideas frescas y propicia que se abran nuevas puertas para el
Manacor. Eso le vendrá bien al club», comenta.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.