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Javier García-Ochoa|MELBOURNE
La primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia terminó de una forma esperanzadora para Fernando Alonso (Renault), quinto, e insoportable para el público, que apenas ha visto rodar a los coches, sobre todo en la primera hora de pruebas.

La primera confrontación de la temporada en aparente igualdad de condiciones se saldó con el dominio de los Ferrari de Michael Schumacher y Rubens Barrichello y tras ellos los Renault de Jarno Trulli y Alonso, entre los que se intercaló el BAR-Honda de Jenson Button.

La reglamentación que sólo permite la utilización de un motor para todo el Gran Premio provocó que apenas se rodara en la primera hora y en ella fue Fernando Alonso el que más giros dio, catorce.

En esa primera hora los Ferrari F2004 comenzaron a dictar su ley y en tan sólo cuatro vueltas, es decir dos lanzadas, Michael Schumacher marcó el mejor tiempo y ya no volvió a la pista hasta la segunda tanda.

Alonso fue quinto a dos segundos y dos décimas de Schumacher y a tres décimas de su compañero Trulli, tercero. Lo más prometedor es que el asturiano rodó ayer, a pesar de las limitaciones de vueltas, un segundo y medio más rápido de lo que lo hizo el pasado año.

El tercer y quinto tiempo en las dos series, por delante de los pilotos de las escuderías Williams-BMW y Mclaren-Mercedes, hay que considerarlo como un comienzo muy prometedor y sobre todo con una gran confianza en la fiabilidad del motor ya que los Renault son los coches que más han rodado.

Michael Schumacher fue uno de los pilotos que menos vueltas dio en las dos series, cuatro en la primera y quince en la segunda, pero es que en esta última no pudo completar su trabajo al salirse de la pista en la entrada de la recta de meta y destrozar la parte inferior del coche.

Los tiempos conseguidos con los Ferrari, hay que tomarlos con precaución, porque es posible que rodaran con muy poca gasolina y estén preparando una carrera a tres paradas para repostar y cambiar neumáticos, aprovechando la modificación de entrada a boxes, que ahora es mucho más rápida y que la velocidad en la calle de boxes ha sido subida a 100 km/h.