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Conocer y profundizar en el estado de salud del deporte en Ciutat fue una de las preocupaciones del nuevo equipo rector del Institut Municipal de l'Esport (IME) desde el momento de su llegada. Rafael Durán se propuso como meta perfilar un Plan Director de Instalaciones Deportivas que sirviera como herramienta para planificar las actuaciones en materia de equipamientos e instalaciones deportivas cara a los próximos años. Para ello, Rafael Durán y sus hombres de confianza se han marcado dos horizontes temporales. Por un lado, pretenden identificar los déficits más urgentes y programar las actuaciones más urgentes en los siguientes tres años. En otro orden, buscan valorar el déficit en un horizonte de diez años y establecer un proceso para concretar el déficit.

Este proyecto busca distribuir los equipamientos para promover el desarrollo equilibrado del municipio. Con ello, se mejorará la calidad de vida de los ciudadanos y se completará la red de instalaciones existentes. Uno de los ejes sobre los que se vertebra el Plan Director es una encuesta presentada ayer con motivo de la puesta de largo del Mallorca Open Masters, y que refleja un nivel de actividad deportiva regular que supera la media del 51 por ciento.

Para analizar la oferta municipal, se han seguido los criterios fijados por la Norma sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento (NIDE), editada por el CSD, y que distingue entre pistas pequeñas, salas o pabellones, campos grandes, piscinas cubiertas y descubiertas. Según esta clasificación, Palma posee 30 instalaciones con un total de 68 espacios deportivos, predominando los campos grandes (fútbol) y las pistas pequeñas (polideportivas al aire libre).