Carlos Moyà es un ídolo en Mallorca. Sus gestas han ilusionado a
varias generaciones y no pasan desapercibidas para nadie. Ni
siquiera para otros deportistas de élite. Más bien todo lo
contrario. Rudy Fernández, jugador revelación del baloncesto
español, siente una admiración especial por Moyà y ayer quiso
aprovechar su último día de descanso para acercarse a las
instalaciones del RCTB y conocer personalmente al tenista. Los
deportistas se saludaron antes del entrenamiento de Carlos,
intercambiaron regalos (Rudy agasajó a Moyà una camiseta del DKV
Joventut con el nombre del tenista en la espalda, mientras que
Carlos le obsequió con una de sus raquetas), números de teléfono y
conversaron durante quince minutos.
Se pusieron al día sobre las carreras deportivas de ambos
-pequeños detalles, porque los dos conocían sobradamente los éxitos
del otro- y lamentaron la lesión de Rafael Nadal. Tanto Carlos Moyà
como Rudy Fernández afrontan dos momentos muy importantes del
curso. El tenista isleño, inmerso en plena temporada de tierra
batida, comienza hoy (no antes de las 14.45 horas) su participación
en el Trofeo Conde de Godó de Barcelona. El jugador palmesano es el
principal favorito del torneo y se ha marcado como objetivo
revalidar el título cosechado el año pasado. Pero el Godó es sólo
la segunda parada del camino.
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