O'Grady, que protagonizó una temprana escapada desde el Km 16
junto a Voeckler (Boulangere), el danés Piil (CSC), el francés
Casar (La Francaise) y el sueco Backstedt Alessio), fue el más
rápido en la llegada, donde invirtió un tiempo de 5h.05.58 para
adjudicarse el segundo triunfo en su palmarés del Tour, no sin
esfuerzo en una jornada de auténtico chaparrón, fuertes rachas de
viento y múltiples caídas.
El pelotón, después de un plácido paseo controlado de principio
a fin por el US Postal de Armstrong, llegó a 12.33 minutos
encabezado por McEwen, por lo que Voeckler, de 25 años, logró dar
una alegría a la afición enfundándose el jersey de líder, «un sueño
que tenía desde niño».
La desapacible jornada de transición cambió el decorado de la
general sin afectar a los favoritos, que mantuvieron sus posiciones
con Armstrong, sexto, el mejor colocado en espera de etapas más
trascendentes, donde los líderes tengan que batirse cara a
cara.
El texano dijo tras la contrarreloj por equipos que no
interesaba malgastar las fuerzas defendiendo el amarillo. Dicho y
hecho. Ante la primera oportunidad, jornada de fuga controlada y
responsabilidad a partir de ahora para el Boulangere, equipo
francés que guardará la ilusión de su joven valor.
Voeckler podrá soñar unos días si sabe administrar la ventaja en
la general de 3.13 sobre O'Grady y de 4.08 respecto a Casar.
Incluso tendrá alejado a Armstrong al menos hasta Pirineos con un
colchón de 9.35 minutos. Su sonrisa infantil elevará la moral de la
afición francesa en tiempos de escasez.
La etapa salió de Amiens enloquecida. El banderazo inicial
coincidió con una auténtica catarata de ataques. Muchos querían su
cuota de protagonismo sin importarles el madrugón. Podía ser un
buen día, eso lo sabían muchos, ya que a Armstrong le quemaba en el
cuerpo el maillot amarillo y no le parecía mal ni al texano ni a su
equipo pasar a un papel secundario.
Escapada consentida
US Postal animó «el espíritu Pontarlier 2001», hecho que se refiere
a una escapada consentida de 14 corredores que llegó con 35.54
minutos que puso a O'Grady de líder y al fallecido Kivilev en la
cuarta plaza final. Los equipos de los favoritos se durmieron y
pagaron el despiste con un buen susto que les obligó a trabajar un
poco más de la cuenta. En Chartres pasó algo similar, con menos
diferencia, pero con O'Grady de nuevo como protagonista. El francés
Sandy Casar (La Francaise) fue el encargado de encender la mecha en
el km 16 y con el se fueron los hombres que al final completaron la
fuga más larga de la presente edición con 184 kms. Cuando la
diferencia pasaba del cuarto de hora en el km 90, el US Postal
decidió animar la marcha bajo la lluvia y contra el viento. Una
caída perjudicó a los principales equipos y probaron el asfalto
entre otros Chechu Rubiera, Beltrán, Noval, Heras, Vicioso,
Petacchi y Boogerd. Con la escapada controlada en torno al cuarto
de hora a falta de 50 kms de meta el objetivo del pelotón no fue
otro que culminar el garbeo sin más incidencias.
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